El domingo en la mañana, el país se levantó con una muy buena noticia: la liberación de la hermana Gloria Cecilia Narváez.
La religiosa perteneciente a la comunidad franciscana se encontraba haciendo labores propias de su llamado misionero en Malí, cuando fue secuestrada en febrero de 2017 por un grupo islamista radical cerca de la frontera con Burkina Faso.
«Yo soy la superiora, llévenme a mí» dijo la religiosa a los hombres armados que ingresaron al lugar donde ella y otras hermanas se encontraban cuando intentaron llevarse a dos monjas más jóvenes. La hermana Narváez perteneciente a la orden suiza de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada con presencia en 17 países, llevaba seis años realizando un trabajo misionero mientras estaba adscrita a la parroquia de Karangasso, antes, ya había realizado misiones en Benín.
Los hermanos en Malí hicieron varias misas pidiendo por la liberación de sor Gloria y en 2020, la iglesia en Malí organizó una jornada de oración en favor de la liberación de todos los secuestrados, un flagelo que ha azotado con fuerza a Malí que vive tiempos de transición política.
La liberación de la hermana Narváez es un claro ejemplo de lo que Dios puede hacer cuando su pueblo ora en comunidad. El Señor escucha todas las oraciones no importando la hora, distancia ni lengua; lo que nuestro Padre mira es la fe con que se clama y la confianza que mostramos al depositar nuestras intenciones en sus manos. Ahora oremos juntos por Colombia, trabajemos por salvar a nuestra nación del secuestro y de otros males que la aquejan. No te pierdas las jornadas de oración y eucaristías que la Emisora Minuto de Dios tendrá este mes dentro del Plan Espiritual Salvemos a Colombia, porque como dicen las Escrituras: “…La oración fervorosa del justo tiene mucho poder. Santiago 5;15”
