¡Sé libre y no peques más!

Nuestra nación está enferma. Colombia hoy por hoy, se encuentra postrada aquejada por muchos males, tales como la violencia, la corrupción, la injusticia social, la pobreza, la falta de oportunidades, entre otros. Al no poder soportarlos más, nuestra nación ha implosionado afectando distintos sectores de una sociedad que se pregunta: ¿Quién nos sanará? ¿De dónde vendrá la salvación para Colombia?

El padre Leonardo Arboleda, sacerdote eudista, nos trajo una enseñanza poderosa, en el programa Hoy es tu día, basada en el Evangelio según San Juan, capítulo 5, versos 01 al 14, en donde se nos narra el milagro que Jesús hace en la vida del paralitico de Bethesda.

En el pasaje, el paralítico llevaba más de treinta años en esa condición. Su situación se asemeja a la condición de Colombia; nuestra historia ha estado marcada por la violencia, hemos experimentado uno de los conflictos más largos del continente y pareciera que antes que menguar solo mutara. Como sociedad, “estamos esperando ser liberados, que alguien nos ayude a acercarnos al agua de la bendición” nos dice el padre Arboleda.

Estamos necesitados de una mano divina que extendida nos diga “te levanto, sé sano” y esa mano es la de Nuestro Señor Jesús. “Ya es hora que venga la paz y la justicia, que haya oportunidades de bien para todos”, declara el padre Leonardo. Las injusticias desencadenan violencia, propician el derramamiento de sangre inocente y traen maldición a la tierra. Clamemos en oración constante para que Dios traiga una democracia renovada, “una democracia para el bien de todos”.

Blindemos a Colombia en oración y ayuno, pidámosle al Señor perdón por las acciones erradas de aquellos que, aunque son pocos, afectan el desarrollo de toda la nación. De igual manera, “como el ejército de Dios, reprendemos todo plan del maligno que busca someter a Colombia en la oscuridad del pecado y confesamos que Colombia es libre por la Sangre de Cristo” nos dice en oración el padre eudista.

Sigamos el ejemplo del paralítico de Bethesda, que clamó a Cristo por ayuda. El Señor conoce nuestra historia como nación y quiere cambiarla; y hoy nos pregunta: ¿quieres recobrar la vida?; Colombia, ¿quieres ser libre de tus males y vivir en paz? pues desde el cielo se oye una Voz que nos dice, ¡levántate! Sé sano. Colombia, sé libre, vive en plenitud y no peques más.

“Padre, Tú eres nuestra luz por tanto no temeremos a las sombras que se mueven en la oscuridad. Rechazamos toda plaga que quiera dañar nuestras familias, nuestro trabajo y nuestra nación. Señor, Tú eres nuestro Libertador, Tú nos salvarás”

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