La serie de los cuatro cánticos del servidor sufriente de Isaías está incrustada en la gran sección de del libreo de la consolación (Is 40-55). El pueblo sufre y requiere de una voz de aliento, de una palabra de sentido y de iniciativas concretas. Necesita una reconstrucción a fondo: ‘Consolad, consolad a mi pueblo, dice el Señor’ en la frase de apertura (Is 40,1).
¿Y quién lo hace? Se necesita de una mediación, de un servidor que acompañe las nuevas pascuas, los nuevos éxodos que ya están en marcha y que llevan a un nuevo orden de cosas, a un mundo nuevo, recreado. Se necesita de uno que apalanque un nuevo punto de partida. Porque ‘Voy a hacer algo nuevo’ (Is 43 19).
Isaías perfila ese servidor en un retrato dinámico esbozado en cuatro pasos que comienzan con su vocación y culminan con su muerte. Es el itinerario de una vida entera.
El servidor vivirá un drama interno y externo. Por eso es ‘sufriente’. Por un lado, el tener que ajustarse a sí mismo por dentro, aprender a escuchar, clarificarse, obedecer, sostener la fidelidad con tenacidad. Y por otro aguantar los desafíos que superan su capacidad, las críticas, las incomprensiones e incluso las persecuciones hasta un nefasto rechazo mortal.
Como veremos, el Siervo experimenta una progresiva toma de conciencia sobre su identidad y su destino. Al final entenderá que el servicio que se le pide requiere de su donación personal: ‘mi siervo morirá, él, por una multitud’. El suyo será un sufrimiento redentor que se pone el lugar del otro y es capaz de salvarle.
Nos asomaremos en esta historia tratando de captar la hondura de su planteamiento y las intuiciones que nos permiten releernos.
Este sencillo retiro quiere llegar a todos, pero sobre todo al inmenso grupo de servidores, de gente que trabaja al servicio de otros, de tantas religiosas y laicos agentes de pastoral que sufren en estos días por no poder estar en contacto directo con la gente; algunos de ellos se han expuesto, otros se han enfermado, otros comparten solidariamente el dolor que muchos cargan por diversos motivos.
Como el siervo sufriente de Isaías tenemos el chance de volver a la raíz de nuestro llamado al servicio para renovarlo y relanzarlo. Y así volver a escuchar desde lo hondo una palabra que ilumina la oscuridad, para profetizarla al corazón del pueblo que sufre. Y cuando el dolor golpee al siervo mismo, elevar desde él una maravillosa y poderosa intercesión en favor del pueblo de Dios, portando la ofrenda más perfecta que resignifica una vida.
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El misterio pascual de Jesús está calcado en el itinerario del siervo descrito por Isaías. Ese doble movimiento de descenso (katabático) y de ascenso (anabático) dinamiza la pasión y resurrección de Jesús. La Iglesia de los orígenes entendió el sentido de la Cruz a la luz de estas sublimes páginas isaiánicas.
Y como lo entendieron los primeros evangelizadores-catequistas, desde Pablo en adelante, ese mismo doble dinamismo ocurre en el bautismo cristiano: un vaciamiento de sí en el amor-servicio y una exaltación en comunión participando de la gloria y señorío Resucitado. En fin, estamos ante el primer antepasado de la renovación bautismal.
En sintonía con la liturgia de la Iglesia que durante estos mismos días pone a consideración estas páginas luminosas de la Santa Escritura y dando atención también al sufrimiento que inquieta la conciencia, proponemos volver a escuchar en oración los cuatro cánticos del Siervo Sufriente’ en Isaías.
Solo puedo decir, gracias Señor por esta oportunidad que me regalas de poder vivir este hermoso RETIRO DE LOS CUATRO CÁNTICOS DEL SIERVO SUFRIENTE DE YAHAVE, BAJO LA DIRECCIÓN DE NUESTRO GRAN PADRE Y BIBLISTA FIDEL OÑORO
Buenos dias mi nombre es vinicio navarrete soy de quito y le doy las gracias al padre fidel por todo que ase para aser reflexionar a su pueblo es una bonita bocacion que Dios lo bendiga siempre para que siga adelante su trabajo es muy bueno gracias padre fidel
El señor permite que nosotros fuéramos. Esos hermanos de Jesús para que cuando, estemos en sufrimiento nos apoyemos en El
Me interesa esta propuesta los felicito y me sumo
Grácias padre por sus enseñanzas y motivar el encuentro permanente te con el Señor
Mil gracias, Padre Fidel
Dios te bendiga
Sólo he conseguido el o los espacios a cargo del sacerdote/doctor F Oñoro me han vuelto una incondicional de Lo emitido desde aquí
Gracias por pensar en las personas que también deseamos poder compartir y disfrutar de la palabra de muestro amado Padre Celestial pero que debemos acatar las órdenes y no salir por nuestra salud y la de todo el pueblo Colombiano.