Compartir Navegación de entradas AnteriorLucas 24, 35-48 Ustedes son mis testigosSiguienteJuan 6, 30-35 El Pan de vida Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente. El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.