La Gran prosperidad que necesita Colombia

Este es un día muy especial. Hoy conmemoramos 102 de la coronación de la Reina y Patrona de Colombia: Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.

Y es en medio de esta celebración que el padre Javier Riveros, director de la Emisora Minuto de Dios Bogotá y Medellín nos guía en una Palabra de regocijo y renovación muy propicia para este tiempo.

El padre Riveros nos lleva a las Bodas de Caná (Juan 2;1 en adelante); un pasaje en donde, por intercesión de la Virgen María, Jesús convierte el agua en vino. “Hoy es el día para que nuestras vidas se conviertan, para que se transformen del agua de la tristeza y la desesperanza al Vino Nuevo del gozo del Señor” declara el padre eudista.

 Cada milagro que Jesús hacia tenía una connotación espiritual más profunda. El Señor nos purifica con su Agua Viva, pero no nos deja hasta ahí, sino que una vez limpios en Su Río, Él derrama sobre nosotros el Vino Nuevo, el Vino de la Nueva Alianza, el Vino de la llenura desbordante del Espíritu Santo.

Este es el tiempo de la llenura desbordante del Espíritu Santo sobre el Ejército de Dios, es el tiempo anhelado por el pueblo del Señor en el que el Reino de Dios se manifestará con Poder y signos. Hoy, delante de nosotros se está manifestando un signo muy importante de Dios para nuestra nación: La Entronización de la Virgen de Chiquinquirá en los jardines del Vaticano, y esto es un signo de la palabra que Dios nos ha dado a través del padre Javier Riveros, en la que el Señor dice:

“Su país será un país hermoso. Su país será un país de bendición. Bendeciré su nación. Colombia será tierra de bendición. De Colombia saldrá una luz para las naciones”

Esta luz es Cristo el Señor y mostrará a Colombia como una nación prospera y fraterna. Pero, “la gran prosperidad de Colombia no será material y no porque no la pueda tener, sino porque la gran prosperidad de Colombia es espiritual” afirma el @padreriveros. Colombia se acerca al Corazón de Dios y es allí donde al buscar primeramente el Reino de Dios y su Justicia, todas las bendiciones que se habían detenido por causa del pecado vendrán a manos llenas, bendiciones de alegría. Así es el orden de Dios, primero lo espiritual, luego lo material.

La bendición espiritual viene por escuchar la Palabra, por ser constantes en la oración y el servicio a Dios y a nuestros hermanos. La bendición material es el resultado de la bendición espiritual. Viene el Vino Nuevo, recibámoslo con el gozo de quien anhela la revelación poderosa de la Gracia y del don del Espíritu. El milagro del Vino Nuevo se da por la fe de María. Ella creyó en Cristo aun antes de Él comenzar Su Ministerio, ella nos encamina a Jesús, y hoy nos dice con voz tierna pero llena de fe y autoridad: Hagan todo lo que Jesús les diga.

“Madre Santísima, te pedimos que intercedas por nosotros, por la paz de Colombia. Necesitamos, anhelamos el Vino Nuevo. Señor, usa las ondas radiales para embriagar a nuestra nación del mejor Vino, el Vino del Reino de Dios reservado para el final de los tiempos. Amén”

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