No abortemos la misión

A propósito del fallo de la Corte Constitucional de despenalizar el aborto hasta la vigésimo cuarta semana de gestación, desde la EMISORA MNUTO DE DIOS, proponemos las siguientes reflexiones:

*La misión de la vida en la tierra está planeada por Dios desde mucho tiempo antes de nacer.

*Somos abanderados de la protección y cuidado de la vida humana, en todas sus formas y medidas.

*No se comprende cómo personas tan ilustradas como los Magistrados de la Corte Constitucional, desprotegen la vida humana en su etapa de origen e indefensión.

*Hay que salir de la falacia de que el aborto es en favor de la mujer; la realidad demuestra que la mujer que aborta queda gravemente perjudicada. Se hace necesario trabajar por el bien de las mujeres.

*La mujer se ve quebrantada en su papel femenino y de madre. Una sociedad donde se pierde el valor de la maternidad es una sociedad que va quedando huérfana.

*Con esta decisión de la Corte Constitucional se promueve una sociedad deshumanizada, padres y madres desnaturalizados que le quitan la vida a sus hijos. Una sociedad que una vez más demuestra que no se valora la vida humana; ahora desde sus propias decisiones constitucionales.

*Colombia necesita hacer un giro donde se muestre cuánto se valora la vida humana, y que eso se vea reflejado en la Constitución y en la vida cotidiana.

*Lo que tenemos que legalizar en Colombia es proteger a la mujer que se ve abocada a abortar. Es la defensa de la vida humana en todas sus etapas; abortar es matar inocentes.

*Lo que el país necesita es una educación sexual sistémica e integral, apoyándose en la familia y en el trabajo colectivo. Un generoso y decidido apoyo a la mujer. La conciencia de lo que Dios quiere para las familias, partiendo de la unión entre el hombre y la mujer.

*Los hombres deben ser garantes del embarazo que se está llevando a cabo gracias a ellos, también son partícipes de la forma en cómo se concibe la vida y son responsables tanto del problema como de la solución.

*La vida es un Don que Dios nos regala y debemos cuidarlo, apreciarlo y protegerlo. Desde el principio fundamental de la vida, el Señor nos hace responsables de la misma. Es el derecho a vivir, desde su concepción hasta su muerte natural.

*Nos duelen las mujeres que deciden abortar por las consecuencias negativas a nivel físico, psicológico, afectivo y espiritual como resultado de ello.

*Debemos brindar un acompañamiento especial a las mujeres que han tomado esa difícil decisión, no las juzgamos y oramos para ayudarlas a restaurar y sanar. Del mismo modo, es importante buscar a través de la educación y de la solidaridad de todos, evitar al máximo que se llegue a realizar este acto.

Salmo 139

15  Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto,

mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz.

16  Me viste antes de que naciera.

Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro.

Cada momento fue diseñado

 antes de que un solo día pasara.

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