Hay problemas en la vida que cuando se levantan los hacen cual si fueran gigantes. Hacen un ruido ensordecedor, nos amenazan con destruir nuestras familias, nuestros trabajos, incluso nuestro país. Pero hoy, Dios te dice ¡prepárate, porque llegó el tiempo de vencer tus gigantes!
Después de un poderoso tiempo de oración, en el programa Hoy es tu día, el padre Leonardo Arboleda nos traje una enseñanza muy alienada con este tiempo de batalla espiritual que estamos viviendo a través de la Emisora Minuto de Dios. En el primer libro de Samuel, capítulo 17 versículos 38 hasta el 54. Esta es una de las historias de combate más conocidas en la Biblia: David contra Goliat.
David se encontraba en el campo de batalla escuchando cómo Goliat desafiaba al pueblo de Dios. Cuando se nos presenta una dificultad, lo primero que escuchamos es su voz diciéndonos que nos quitará nuestra salud, nuestra familia y que no podemos vencerle. Lo vemos como algo inmanejable, algo que no podemos solucionar. El padre Arboleda nos enseña a que, frente a los problemas tomemos la actitud de David, “era un joven pequeño en relación al filisteo, pero su fe en Dios lo mantuvo firme, erguido frente al gigante”. David también le habló al gigante, le declaró en quien estaba su confianza y hoy el padre eudista nos insta a recordar y a recordarle a nuestros problemas quién es el más grande. Recordemos que “Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
El gigante vestía armadura y contaba con un armamento numeroso mientas que David solo portaba un cayado y un zurrón. Pero es ese zurrón en donde él portaba el arma que liberaría a Israel. En este tiempo, nuestro corazón y nuestra mente actúan como ese zurrón. Cuando leemos la Biblia, es importante memorizar fragmentos de ella para que cuando necesitemos una Palabra, podamos hacer uso de las que ya Dios ha depositado en nuestra mente y corazón.
David no poseía armadura, pero hoy Dios nos da su Palabra “para poder vencer a Goliat”. Todas las circunstancias que Colombia está viviendo son ese Goliat que ha venido a desafiar a los hijos de Dios y en este tiempo Nuestro Señor le dice a su Pueblo: Toma en tu mano Mi Palabra y lánzala con fe porque Yo te daré la victoria.
Tomemos la Palabra, las promesas que Dios nos ha dado y con la valentía de David corramos hacia nuestros gigantes; declaremos la Palabra con contundencia y preparémonos para ver cómo Dios derriba los gigantes de nuestra vida.
Hoy es el día de tu milagro, el día en que tu problema se resuelve. Verás con gozo cómo ese problema no era tan grande y tan amenazante como parecía. Levanta bandera de victoria y no te olvides de darle toda la Gloria al Señor.
“Mi Dios, Tú eres mi Guerrero. No camino solo en el campo de batalla, tu Presencia me acompaña y me respalda y hoy salgo con la fuerza y el poder de tu Palabra en mi vida y en tu Nombre venceré. Solo tuya es la Gloria, la Alabanza y la Victoria. Amén”