La familia es el pilar fundamental en la cual se cimenta la sociedad, es en ella donde se aprenden los principios básicos, en donde padres e hijos tienen una constante relación basada en el amor, en la comunicación y en una profunda expresión de la afectividad. Con el paso del tiempo y fruto de la era moderna ha visto una gran reducción en el interés por parte de las personas en consolidar un grupo familiar, muchas veces se ve por el hecho en que la familia se ve como una carga, el estrés y la falta de tiempo, consolidan poco interés para formarlas.
La familia es un regalo de Dios:
Dios ha dado al hombre y a la mujer el mandato del amor, él los ha encargado para que sean los continuadores de la experiencia de su amor. Con esta base, las parejas de esposos generan una nueva vida, adquiriendo la obligación de amarla, de cuidarla, de formarla en los mejores términos posibles. También, se conoce que los padres inician un proceso de aprendizaje el cual les permite guiar a un pequeño, con sus puntos positivos y puntos negativos. Pero nunca distándolos de la realidad de cometer un error, de fallar y de equivocarse y de tener que repensar la manera de educar al otro.
Es importante sanar los errores:
Los errores, heridas y faltas están a la orden del día y nadie está exento de cometerlos. Sin embargo, no se debe caer una actitud que expresan o que hagan que este dolor sea permanente, por el contrario, se debe hacer un alto en el camino para evaluar la manera en la que se están afrontando las dificultades, buscando así estrategias y momentos que permitan que se crezca y que las crisis sean llevadas de una mejor manera.
Taller carismático de sanación de familias:
El sábado 10 y domingo 11 de agosto se vivirán dos talleres para tratar el tema de la importancia de la sanación familiar. Aún estás a tiempo de separar tu cupo y poder encontrarte con el Señor y llevar su bendición a tu casa.