El tiempo de cuaresma nos lleva a hacer un alto en el camino, a reflexionar la manera en la cual estamos viviendo nuestra vida. Dedicar tiempo a la oración, a contemplar la Palabra de Dios y a escuchar su voz debe ser una actitud constante, pero debe predominar en este tiempo de cuaresma que estamos próximos a concluir.
Al momento de evaluar nuestra vida nos damos cuenta de que hemos fallado, que nos equivocamos y que hemos caído. El ser humano, por naturaleza es frágil y con sus acciones es capaz de hacer daño a los demás, de romper la relación con Dios y de extraviarse en el vaivén de la vida. Juan 3, 16 nos recuerda que el amor de Dios es tan grande que envió a su Hijo para que todo aquel que crea en él no muera sino tenga vida eterna. Cristo es nuestro salvador, Él entregó su vida por cada uno de nosotros y pagó por nuestros pecados. Día a día nos recuerda que nos ama, nos transforma y nos llena con su amor y nos mira con ojos de misericordia.
Para estar en comunión con el Señor, es necesario acercarse al sacramento de la penitencia (Confesión) el cual nos permite recuperar la comunión con Cristo y con la Iglesia, nos hace consciente de la manera en la que vivimos, nos da claridad ante los errores que hemos cometido y nos motiva a querer resarcir el daño. Todos estamos llamados a reconocernos como pecadores, esto no está mal ya que Dios conoce nuestras flaquezas y nos motiva a crecer a salir de ese abismo de pecado donde muchos estamos y vivir una vida en libertad.
En esta última semana de cuaresma en el Centro Carismático estamos viviendo una gran confesaton, en la Librería Minuto de Dios de Bogotá. Nuestro director el P. Javier Riveros CJM estará esperando a todo aquel que desee tener la paz que solo viene de Dios, él como sacerdote estará escuchando a cada persona que se acerque antes de iniciar la Semana Santa.
