Soy la Perla Preciosa

Soy la Perla Preciosa

Dios es creador por excelencia, y todo lo que ha hecho lo ha hecho bien, dentro de las maravillas que ha creado en la naturaleza está el proceso de las perlas, estas son piedras preciosas que todos admiran por su belleza.

Pero ellas tienen una linda historia que quiero hoy contarte; ellas nunca han sido tan hermosas como se ven,  sino como una ostra sin valor al fondo del mar que absorbe agua para mantenerse viva.

Las perlas activan un mecanismo de defensa cuando sienten que un grano de arena entra con el agua, ese mecanismo produce una capa dura alrededor del grano, esta capa se llama nácar, y con el paso del tiempo se va desarrollando hasta formar esa valiosísima perla brillante y llamativa.

Las perlas son producto del dolor, son una ostra que ha sido herida por el grano de arena que ha entrado en su interior, una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas.

Tú puedes sentirte herido por las diferentes circunstancias, te ha causado dolor las palabras de las personas que más has amado, quizás has sufrido los golpes de la inferencia  o no te valoran por lo que realmente eres.

Pero quien puede decirte que no vales nada? En medio de tu dolor, Dios quiere sacar lo que realmente eres y siempre serás para él,  una perla preciosa.  

Déjate amar por Dios, perdona y deja que el haga de tus heridas una perla preciosa y no ser una ostra vacía; te has puesto a pensar alguna vez la belleza original que llevas dentro?

No fuimos creados en serie, si no en serio, cada uno de nosotros somos una palabra pronunciada por Dios que jamás será repetida y él se hace único en cada persona.

 Hacemos parte de un plan, un proyecto divino, no somos cuestión del azar o del error de unos padres, ellos solo fueron el medio para que llegaras a esta tierra.

El mercader que busca perlas preciosas que habiendo hallado una,  fue y vendió todo lo que tenía y la compró (Mateo 13,45-46) se parece tanto a Dios que no se cansa de mostrarte lo especial y valioso que tú eres para él.

Tu vida tiene más sentido del que te imaginas, sé que nos han hecho sentir con poco valor pero el Espíritu Santo nos recuerda constantemente que somos valiosos y tanto lo somos que después de Dios habernos creados mando a su único hijo a conquistarnos de las garras del mal costándole la vida y su sangre.

Por qué quieres buscar en el desamor la felicidad? Dios está dispuesto a amarte a entregarse, deja de creer en amores que destruyen, esos de los que atraes por las heridas.

Hoy colócate en las manos sanadoras y amorosas de Jesús porque él sí sabe dar amor del bueno, que no se lo lleva el viento y es indeleble

Él te ofrece un amor sincero que no naufraga en el mar, paz y consuelo en tus horas de soledad.

Y recuerda que una perla preciosa, es una herida sanada y amada por Dios , por esta razón no aceptes que diga que no vales nada, porque la perla preciosa a ti se compara, nadie puede pagarlo, porque vales la sangre de Cristo.

Dios te bendiga

José Martínez Aparicio

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