La Palabra del Señor, ha llegado a nosotros hoy a través de la reflexión del padre Javier Riveros, quien nos ha traído como mensaje, el reencuentro con Dios, el recordar que Jesús es vida después de la muerte, muerte a las cosas negativas que afectan nuestra vida y que sólo olvidándolas se podrá tener a Cristo resucitado con nosotros.
El amor, la vida, la paz, lo maravilloso y todo lo relacionado con Dios es aquello que nos dará vida nueva, por eso debemos estar en Cristo en todo sentido, vivir su amor y su fuerza en nuestro día a día y permitir que a través de su amor infinito hacia nosotros como personas podamos renacer en Él, sin odios, tristezas, rencores ni ningún otro tipo de mal pensamiento o actuar en nuestras vidas.
Debemos entender que para lograr esto, deben morir nuestros pecados para que nosotros podamos volver a vivir, pues quien que «no nazca de nuevo» no podrá ver el reino de Dios, debemos renacer de nuevo, viviendo el Espíritu Santo en nuestro día a día, a través de las enseñanzas de la Palabra y de ser una prueba en vida de los cambios y las bendiciones del Señor.
Para entender a fondo la bendición del Señor en nuestras vidas, debemos pensar en nuestra alma parecido a nuestra corporeidad, y así como siempre buscamos las mejores prendas y accesorios para vernos bien, busquemos a Dios, vistamos nuestra alma de Él, para que así podamos tener una vida bienaventurada, pues como lo dijo el padre Javier: “Nosotros decidimos a diario de qué nos vestimos, si elegimos lo terrenal y frágil o preferimos vestirnos de Dios y dejamos que Él nos levante”.
Así que, hermano, hermana, tú que estás leyendo esto, aprovecha para vestirte del amor de Cristo en tu vida, y dale abrigo a quien más lo necesite en este momento, porque el abrigo del Señor es infinito y no hay quien se quede por fuera de su amoroso calor afectivo.