Compartir Navegación de entradas AnteriorMateo 6, 1-18 No hacer un monumento al propio egoSiguienteMateo, 6 19-23 :Tesoro y corazón Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.