Compartir Navegación de entradas AnteriorMateo 6, 1-18 No hacer un monumento al propio egoSiguienteMateo 7, 6.12-14 : No tires las perlas a los cerdos Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente. El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.