Compartir Navegación de entradas AnteriorMarcos 3, 1 – 6 : ¿Salvar vidas o dejar morir?SiguienteMarcos 1, 16-20 : Vengan en pos de mí Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.