Compartir Navegación de entradas AnteriorLc 21, 5-11: La última palabra no es la destrucción, sino el amorSiguienteLc 21,20-28: No encogerse, sino levantar la cabeza 1 comentario Pedro A. Baracaldo Nov 27, 2019 - 9:38 am Que bendicion tan grande es tenerlo a usted padre Fidel como como nuestro pastor. El Señor nos bendiga. Responder Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente. El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página. Entradas relacionadasRead moreEl mensaje de Francisco invitándonos ...Read moreTres Acciones que el Espíritu Santo h...Read moreEl Hijo de Dios, la salvación del mundoRead moreAceptar con humildad los dones de Dio...
Que bendicion tan grande es tenerlo a usted padre Fidel como como nuestro pastor. El Señor nos bendiga.