Compartir Navegación de entradas AnteriorMateo 5, 33-37: El gran valor de la verdadSiguienteMateo 5, 38-42: No devolver violencia, sino transformar al agresor. 1 comentario Hernan Vergars Jun 14, 2020 - 8:13 am Desde Chile…agradecido por alimentarnos el camino de la fe. Responder Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.
Desde Chile…agradecido por alimentarnos el camino de la fe.