Compartir Navegación de entradas AnteriorLucas 6, 20-26: Dios regala vida a quien produce amorSiguienteLucas 6, 27-38: La violencia no es el camino Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente.