El Santo Padre Francisco nos ha dejado claro algo y es que Dios siempre está en completa disposición para amarnos y para perdonarnos sin importar nada. Aunque muchas veces, nosotros nos hemos alejado, hemos quitado la mirada de su rostro y nuestro corazón se ha vuelto de piedra, él está ahí con un martillo y cincel tratando de entrar con su bondad y con su paz.
La importancia de mirarme a mí mismo:
Muchas veces queremos buscar en los demás los errores que ellos tienen, no somos capaces de ver hacia dentro porque estamos sordos y ciegos ante la capacidad de reconocer nuestras propias faltas. Dichas actitudes son sumamente tóxicas para la vida del creyente, no le permiten crecer, no le ayudan a estar en disposición a ayudar al otro y también lo llevan a estar muy lejos del actuar del Espíritu Santo en su vida. Por lo anterior, debemos tener a Jesús como nuestro norte y referente, Él ha dado la vida por nosotros y con sus acciones mostró lo que todo cristiano debe hacer: amar a los demás como a sí mismo. No resulta del todo fácil, pero es una actitud que todos nosotros debemos imitar para lograr experimentar las bondades del Reino de los Cielos.
Respondamos conforme a todo lo que hemos recibido:
Reconocer los errores hace parte de la primera experiencia de encontrarse con el amor de Dios, pero también debemos enmendar nuestros errores. Esto se ve reflejado en nuevas acciones, en maneras distintas de ver y de tratar a los demás y en estar en completa sintonía con el Padre. Responder al Señor no es sencillo, pero con el auxilio del Espíritu Santo y nada más que un corazón dispuesto podemos lograr y llegar más lejos de lo esperado y ser testimonio del amor que ha sido derramado en nuestras vidas.
En el Teatro Minuto de Dios se vivirá el viernes 8 de noviembre de 2024 una gran fiesta del Perdón y de la Reconciliación auspiciada por la Parroquia San Juan Eudes. Se contará con la presencia del P. Diego Jaramillo, P. Raul Tellez y el acompañamiento musical de Los Ascoy.