Si hay algo que es difícil de realizar en medio de la prueba es adorar. El enemigo carga nuestros corazones con preocupaciones, tristezas y dolor buscando robar de nosotros la gratitud y por consiguiente la bendición que hay tras la adoración.
En la motivación que el padre Javier Riveros, director de la Emisora Minuto de Dios Bogotá y Medellín ha compartido en la emisión del programa Hoy es tu día, nos presenta la poderosa promesa que el Señor da a su Pueblo cuando este le da el primer lugar y le adora.
En el libro del Éxodo capítulo 23, verso 25, el padre Javier comparte con todos nosotros una palabra impresionante, poderosa, que nos muestra la Grandeza de Dios en medio de la Adoración. “El hombre es creación de Dios viene por Él y va hacía Él. Sin Dios, la existencia del hombre no tiene sentido” Es Dios el motivo de nuestro vivir y la esperanza de nuestro corazón. El Señor nos creó para trascender y para adorar, por eso, cuando estamos en comunión con Dios, “nuestra vida se hace fructífera, fecunda y hay prosperidad”
El @padreriveros resume este pasaje en tres ideas: 1. Adora al Señor, tu Dios. Estamos llamados a reconocer a Dios como el Señor de nuestra vida y a rendir nuestra adoración únicamente a Él. Cuando le adoramos, estamos declarando públicamente que el Señor es el único Dios y “que ese Dios es nuestro Dios” afirma el padre eudista. Al adorarle estamos también afirmando que el Señor es el Soberano de nuestra vida y que le pertenecemos solo a Él.
Dios es Espíritu y busca adoradores que le adoren en Espíritu y en verdad. Levantemos manos y corazones que le adoren en todo tiempo y en todo lugar.” Si en el país se levantan adoradores genuinos, el país sanará, será bendecido y el pueblo tendrá bendición” nos dice el padre Riveros.
Con la adoración viene el cumplimiento de una promesa poderosa: El Señor bendecirá tu pan y tu agua. Habrá provisión permanente en tu casa; esta es la segunda idea. Y la tercera idea que cierra esta magnífica promesa es: El Señor sanará toda enfermedad, apartará de nosotros toda enfermedad.
“Es tiempo de adorar a Dios, de volver a Él y de creer en su Palabra porque el Señor no miente” Aprópiate en este día de esta promesa. Adora de corazón, no por interés. Cuando buscas al Señor de verdad y le ofreces una ofrenda de adoración mientras descansas en Él, los cielos se abren y el Señor se levanta de su Trono listo a cumplir lo que ha prometido. Adora hoy y ten fe porque nuestro Dios alejará toda enfermedad de tu vida.
“Señor, levanto mis manos en este día para adorarte porque solo Tú eres digno de adoración. Te proclamo como mi único Dios, yo confío en Ti. Gracias por alejar de mi vida toda enfermedad física y emocional, y por bendecir el trabajo de mis manos. Hoy recibo tu Vida en mi vida y me declaro sano para gloria de tu Nombre. Amén”
