La Iglesia está compuesta por todos los bautizados, cada uno desde su papel como laico, presbítero, diácono y obispo está llamado a construir comunidad. El Evangelio es vivo y es labor de cada uno llevarlo y dar testimonio de lo que el Señor quiere.
Desde octubre de 2021 el sínodo convocado por el S.S Francisco inició con su primera fase, la diocesana. En esta se realizaron conversatorios, paneles y se propiciaron espacios de diálogos en las parroquias, diócesis y arquidiócesis. Contiguo a esto el sínodo paso a la fase continental, la cual está encabezada por las conferencias episcopales de cada país. Este momento que se ha suscitado en la Iglesia fue coyuntural y relevante. La Iglesia muestra su deseo por conocer las realidades que atañen a los fieles, a la sociedad y al mundo en general.
Desde el 4 de octubre hasta el 29 del mismo mes, en la ciudad del Vaticano el Papa inició la Asamblea general con todos los obispos del mundo. Tendrá su culmen en octubre de 2024. Este sínodo cuenta con la particularidad de que asisten representantes de todas la realidades eclesiales y resalta el valor de la mujer permitiéndole votar y hacer parte de este momento importante para la Iglesia Universal.