Hoy martes Santo el evangelio de San Juan, nos recuerda la traición de Judas a nuestro Señor Jesucristo y como Simón Pedro lo negó también; así pues recordamos también el infinito amor de Cristo hacia nosotros, pues sabemos que después de estos sucesos ofrecería su vida por nuestra redención, así que por eso hermanos el llamado es hoy a que reflexionemos sobre nuestras vidas y como las estamos llevando a cabo; que el sacrificio de Dios no sea en vano y que aprovechemos cada nueva oportunidad que Él nos ofrece.
Hermanos, hoy más que nunca debemos recordar que el sacrificio que Dios le dio a la humanidad, materializado en su hijo Cristo fue para todos nosotros una bendición y ante todo un refugio espiritual en donde encontraremos siempre la fuerza y el amor de nuestro Señor.
Reconozcamos a Dios como la roca de nuestra vida, el cimiento de todos nuestros proyectos y nuestros planes y ante todo reconozcamos siempre su grandeza y su infinito amor hacia nosotros, su pueblo.