Efectos de la Evangelii Gaudium en la predicación

En la línea de la predicación, la primera exhortación apostólica del papa Francisco llamada Evangelii Gaudium (2013), señala una clasificación muy poco clara antes de él, porque muestra la predicación en clave kerigmática, así como la homilética y la catequética, por la cantidad de numerales que utiliza para señalar las particularidades. De manera que, un aporte de la Evangelli Gaudium consiste en dar comienzo a una caracterización de la triple dimensión de la predicación, como se presenta a continuación.

1. La predicación kerygmática ocupa “el centro de la actividad evangelizadora y de todo intento de renovación eclesial” (EG 164), porque anuncia a Jesucristo muerto y resucitado en quien se tiene la salvación del pecado y de la muerte. La predicación del kerygma expresa de manera explícita e importante “el amor salvífico de Dios previo a la obligación moral y religiosa, que no imponga la verdad y que apele a la libertad, que posea unas notas de alegría, estímulo, vitalidad, y una integralidad armoniosa que no reduzca la predicación a unas pocas doctrinas a veces más filosóficas que evangélicas” (EG 165). El predicador se compromete con actitudes testimoniales de cordial acogida, que facilite el encuentro personal con Jesucristo, la decisión de la conversión y la vinculación en la comunidad eclesial.

2. La predicación catequética consiste en una “profundización del kerygma que se va haciendo carne cada vez más y mejor, que nunca deja de iluminar la tarea catequística” (EG 165). La predicación catequética supera los límites de la actividad presacramental para abarcar toda la vida de “diálogo entre Dios y su pueblo” (EG 137) que busca el crecimiento integral de los cristianos. La catequesis brinda “una iniciación mistagógica” (EG 166) en una progresiva experiencia de formación y la valoración creciente de la celebración litúrgica como encuentro con el Dios de la vida. Esa es la responsabilidad eclesial de la predicación realizada por los caquetistas.

3. La predicación homilética es la experiencia intensa y feliz de la celebración en el Espíritu, donde todos los fieles quieren tener una actualización de la Palabra de Dios EG 135). La predicación homilética que se desarrolla especialmente “en su contexto eucarístico” (EG 137), integra los elementos kerigmáticos y catequéticos en un dialogo amoroso a favor del pueblo de Dios, como señala el papa Francisco. Se enfatiza que “la predicación se realiza dentro del contexto de la liturgia, se incorpora como parte de la ofrenda que se entrega al Padre y como mediación de la gracia que Cristo derrama en la celebración” (EG 138). De allí, la fuerte responsabilidad de los responsables de la homilía en la preparación en el contenido, la metodología y la espiritualidad, hasta llegar a hacer que los corazones ardan con el mensaje de vida (EG 140-144).

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