No se puede negar que la pandemia sumada a la crisis económica que como nación estamos viviendo, ha hecho que en ocasiones sintamos que todo está perdido, que ya no vale la pena luchar y que la luz de la esperanza pareciera extinguirse con el pasar de los días. En la reflexión del padre Javier Riveros, director de la Emisora Minuto de Dios Bogotá y Medellín, el Señor nos da una palabra de aliento y resurrección para estos momentos en donde las voces que se perciben son de pésame y resignación.
En el Evangelio según San Juan, capítulo 11, versos del 19 al 27, el evangelista nos narra la llegada de Jesús a Betania y su encuentro con Marta después de la muerte de Lázaro. El padre Riveros utiliza este pasaje para ilustrar una situación que ahora nos es más familiar. La pérdida de un empleo, una crisis de salud o económica o una relación sentimental que parece llegar a su fin son vivencias que traen desamparo a nuestra vida, pero el @padreriveros nos insta a tener la actitud de Marta, “Marta es movida por fe y sale al encuentro de Jesús, no se queda a seguir escuchando las palabras de resignación de las personas que le rodean”. Este consejo es muy importante porque es el que determina los siguientes acontecimientos. Buscar a Jesús en oración constante es la clave para que nuestra circunstancia adversa cambie. “Salgamos al encuentro de Jesús, Él siempre sabe qué hacer” dice el sacerdote eudista. La actitud de Jesús nos debe llenar de paz y confianza. A Jesús le llegó la noticia de la muerte de Lázaro, aunque Él ya lo sabía, como sabía que esa circunstancia no era para tristeza sino para glorificar a Dios. Nuestra crisis actual no es para muerte o depresión, es para ver de manera poderosa la Mano de Dios. La clave de nuestro milagro está en la declaración que Marta le hace a Jesús:
“Pero yo sé que Dios te concederá todo lo que pidas” Juan 11;22
Acerquémonos con confianza pero con determinación a los pies de Cristo, creyendo que en Él nos puede ayudar y aun mejor, nos quiere ayudar porque Cristo y el Padre son Uno. El tiempo de la resurrección de nuestros sueños, de nuestros negocios, aun y más importante de nuestra vida espiritual es hoy, Dios quiere obrar ya, aquí y ahora. El Señor está presto para entrar en nuestra ayuda, solo espera que le demos la respuesta acertada a su Pregunta: ¿crees esto? ¿crees que puedo?
“Mi Jesús, gracias por estar aquí, por permitirme encontrarte. Conozco que Tú puedes hacer todas las cosas nuevas, que quieres resucitar todo aquello que está muerto en mi vida. Hoy te respondo con fe que: ¡Sí Señor, creo que puedes hacerlo, Tú eres el Hijo de Dios, para Ti no hay imposibles! Eres mi Salvador. Amén