Como seres humanos, tenemos la tendencia a enfocarnos en aquello que nos hace falta o que anhelamos pero, que de momento está fuera de nuestro alcance. En el espacio de la motivación en el programa Hoy es tu día, el padre Javier Riveros, sacerdote eudista y director de la Emisora Minuto de Dios Bogotá y Medellín, nos insta a volver nuestros ojos y mirar las bendiciones que el Señor nos ha dado incluso a manos llenas, pues nuestro Señor no es un Dios escaso.
En su 1ra carta a los Corintios, en el capítulo 1; versos del 4 al 9, el apóstol Pablo da gracias a Dios por la manifestación abundante de su Espíritu sobre los hermanos de Corinto, de cómo esta bendición espiritual abarcó las demás áreas de sus vidas y le pide que se mantengan firmes creciendo en la fe mientras aguardan la Venida del Señor Jesucristo. Hoy, el padre Riveros nos guiaba en una oración de acción de gracias y nos recuerda que “a veces se nos olvida agradecer lo que hemos recibido por estar enfocados en lo que nos falta”. Agradezcamos porque estamos vivos y tenemos salud, agradezcamos porque nuestras familias están bien y porque en medio de esta crisis de salud y social no nos ha faltado ningún bien. Pero también agradezcamos por nuestras crisis. Tal vez hoy no tengas salud o empleo, pero tienes en tus manos la oportunidad de ver y ser participe de un milagro, y lo más importante: tienes al Creador y dueño del Universo como tu Padre y Él no desampara a ninguno de sus hijos (Salmo 68;5).
“Damos gracias en toda circunstancia, en lo bueno y no tan bueno porque en toda situación Dios tiene un propósito y para los que confiamos en Él todo actúa para bien” nos enseña el @padreriveros. Dios tiene nuestra vida en sus manos, nada se mueve si no es Su Voluntad, por eso debemos dar gracias siempre, porque esto es muestra de nuestra fe y confianza hacia Él (Romanos 8;28).
El padre Riveros nos ilustra siete razones para estar agradecidos con Dios por darnos el tesoro más valioso: Nuestro Señor Jesucristo. El Señor ha derramado de Su Gracia sobre nosotros, nos ha ungido con riquezas espirituales, nos ha dado su mensaje en nuestros corazones, no nos falta ningún don, somos afirmados por Dios hasta el fin, nos da la seguridad del cumplimiento de sus Promesas y nos da la comunión con Cristo.
Mantengámonos firmes confiando en las Promesas de Dios, hasta el día de hoy ninguna Palabra dada por Dios a los hombres ha sido incumplida. Recordemos que Él dijo que nuestra Salvación nacería de una Virgen y se cumplió, nuestra redención se daría por el Sacrifico en la Cruz y se cumplió, dijo que regresaría por los Suyos y mis hermanos, así será. ¡Gloria a Dios!
“Padre, muchas gracias por las bendiciones y las pruebas. En las primeras veo tu Amor y Cuidado para con mi vida y en las segundas, me llevas a crecer y a sacar lo mejor de mí. Hoy acepto tu llamado a esforzarme más espiritualmente para cuando Tú me llames, yo pueda responder como un obrero aprobado que obra según la Palabra de Verdad. Amén”
