Santa Laura Montoya: La maestra que convirtió la selva en su aula y el amor en su misión

Hoy, 21 de octubre, celebramos con gozo a Santa Laura Montoya Upegui, la primera santa colombiana, una mujer que hizo de su vida un acto de amor misionero y de su fe una escuela viva del Evangelio. Conocida cariñosamente como la Madre Laura, fue una maestra, mística y misionera que entregó su corazón a los más olvidados de la tierra: los pueblos indígenas y afrodescendientes de Colombia.

Nacida en Jericó, Antioquia, en 1874, Laura conoció el sufrimiento desde muy pequeña: a los dos años perdió a su padre, asesinado en una guerra civil, y su familia quedó en la pobreza. Pero fue en ese dolor donde Dios sembró en ella el perdón y la fortaleza. De su madre aprendió a rezar incluso por el asesino de su padre, gesto que marcó para siempre su vida espiritual.

Laura se formó como maestra en la Escuela Normal de Medellín. Enseñaba no solo letras, sino fe, esperanza y amor. Su pasión por la educación la llevó a descubrir su gran misión: anunciar a Cristo donde Él no era conocido. Con una mirada profética, comprendió que evangelizar era también defender la dignidad de los más marginados. Su alma ardía con un único deseo: “¡Dios desconocido y ultrajado! Quiero darlo a conocer y hacer que todos le amen”. Por eso, en 1914 fundó en Dabeiba, Antioquia, la Congregación de las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, junto a cinco compañeras —entre ellas, su madre— para llevar el Evangelio hasta las selvas más apartadas, donde vivían comunidades olvidadas.

La Madre Laura no fue solo una maestra y fundadora; fue también una mística profunda, enamorada de Dios hasta el extremo. En sus escritos se descubre una espiritualidad ardiente, que une la contemplación con la acción: “Dos sedientos, Jesús mío: Tú de almas y yo de saciar tu sed”. Su vida fue un continuo ofrecimiento: quiso ser instrumento del amor divino para levantar sobre sus ruinas un monumento a la gloria de Dios. Incluso cuando la enfermedad la dejó postrada en una silla de ruedas durante nueve años, siguió evangelizando con su palabra, su pluma y su ejemplo.

Santa Laura fue pionera en la defensa de los pueblos indígenas y afrodescendientes, a quienes llamaba con ternura “mis hijos”. No buscó imponer una cultura, sino anunciar un Dios que ama en todas las lenguas y colores. Comprendió que el Evangelio debía encarnarse en cada pueblo, respetando su identidad. Su pedagogía del amor derribó muros de discriminación y abrió caminos nuevos para la evangelización en América Latina. Por eso, el Papa Francisco, al canonizarla el 12 de mayo de 2013, la presentó al mundo como ejemplo de una fe viva y misionera: “Nos enseña a ver el rostro de Jesús reflejado en el otro, a vencer la indiferencia y acoger a todos sin prejuicios”.

Santa Laura Montoya fue maestra, escritora y guía espiritual. Supo unir el conocimiento con la ternura, la fe con la acción. Hoy es patrona del magisterio en Colombia y sigue inspirando a educadores, misioneros y comunidades enteras a formar corazones libres, justos y llenos de Dios. En sus hijas espirituales, las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, continúa viva su obra, presente hoy en más de veinte países de América, África y Europa.

En tiempos de división y violencia, la vida de Santa Laura nos recuerda que la verdadera evangelización nace del amor. Su vida fue una lección de perdón, servicio y fe encarnada. Ella sigue siendo voz profética que nos invita a mirar con compasión, a servir con alegría y a anunciar a Cristo desde la vida misma. “Siento la suprema impotencia de mi nada y el supremo dolor de verte desconocido, Señor”, escribió una vez. Pero hoy, su nombre y su obra resuenan en toda Colombia como testimonio de una mujer que hizo conocido al Dios que es Amor.

Santa Laura Montoya, maestra del Evangelio y misionera del corazón de Cristo, ruega por nosotros.

Compartir
Deja un comentario

Tu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Entradas relacionadas