¿Tendrá Dios compasión de nuestra nación?

La Biblia dice que en el último tiempo, la maldad sobre la Tierra aumentará y que el amor en el corazón de los hombres se enfriará (Mateo 24;12-14), nuestro presente se ha caracterizado precisamente por un crecimiento desbordado de las malas acciones, a tal punto, que cuando ocurre una calamidad mayor pensamos que es un castigo divino. En su enseñanza para este día, el padre Javier Riveros, sacerdote eudista y director de la Emisora Minuto de Dios Bogotá y Medellín, nos nuestra a la luz de las Escrituras, la posición de Dios ante el actuar del Hombre.

En el libro del profeta Jonás, capítulo 4, versos del 12 al 14, el Señor a través de un ejemplo palpable como es el crecimiento de una planta de ricino y su repentina desaparición, le enseña a Jonás lo que es la Compasión y la misericordia hacia los demás. Es entonces, cuando el Señor le dice a Jonás que, si él sintió compasión por una planta que no sembró y no cuidó, ¿cuánto más Él como Dios y Padre, Creador de Todo?

“Nuestro Señor es un Dios Misericordioso” nos dice el @PadreRiveros. El Señor no quiere que la humanidad se pierda y muestra de ello es el haber enviado un Salvador, a su Hijo, el cual pagó el precio de nuestro rescate con Su vida. El Señor es grande en Misericordia, y este pasaje así lo confirma. Pero, Dios pide algo de la humanidad: Arrepentimiento. “Necesitamos profetas de parte de Dios así como cambiar nuestra conducta para que venga la Misericordia de Dios sobre nuestras ciudades” afirma el padre eudista.  Entonces ¿tendrá Dios compasión de nuestra nación? Sí. El Señor manifestó su preocupación por Nínive, vio la cantidad de vidas, incluso de los aminales que llegarían a perderse si los destruía. Por eso, envío a su mensajero; y hoy nuestro Padre nos insta a ir, a salir de nuestra comodidad, a recorrer las calles diciéndole a la gente que aun hay esperanza, que en medio de tanta maldad, hay un Dios que les espera, que quiere darles su Perdón, restaurarles y por sobre todo salvarles de una eternidad lejos de Él.

Recordemos las palabras del padre Javier cuando dijo: “Nuestro Padre siente Misericordia por las naciones que le buscan y cambian su conducta” Oremos, oremos de forma intercesora por nuestra nación, pidamos a Dios perdón por las acciones que se han cometido en nuestros barrios y ciudades y que han ofendido su Corazón. El Señor ama a Colombia y a cada nación en donde su Nombre es declarado, por eso espera atento a que sus habitantes escuchen la voz de sus profetas; si Nínive cambió su destino al atender el mensaje del profeta del Señor, nuestras ciudades y nuestros países también pueden cambiar su historia.

El Señor hoy nos dice: Te amo de tal manera que di a mi único Hijo por salvarte, ¿por qué piensas que, no me he de compadecer Yo?“ Señor, te alabo porque grande es tu Misericordia para con nosotros que siendo pecadores, Cristo murió por nosotros. Gracias por tu Perdón. Aquí está mi vida y mi voz; úsame para Construir tu Casa, para que tu Compasión llegue a todas las vidas que quieren cambiar su conducta y agradar tu Corazón. Es mi oración en este día a Ti. Amén

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