Es el amor el sentimiento más importante y el que saca lo mejor del ser humano. Es el que motiva su voluntad de hacer con entrega y disciplina, todas las cosas y ha inspirado sus más grandes obras, en todos los campos del conocimiento humano; pero si este amor no trasciende en entrega a los demás, sus logros quedan reducidos a la nada. En la motivación de hoy en el programa Hoy es tu día, el padre Javier Riveros, director de la Emisora Minuto de Dios Bogotá y Medellín, nos lleva a pensar en la importancia aprender a amar como Dios.
Si hay un pasaje bíblico que hable puntualmente del amor es, sin lugar a dudas, 1ra de Corintios 13; un capítulo en donde el apóstol Pablo explica en detalle qué es el Amor; y hoy, el @padreriveros basa su enseñanza en este sublime pasaje.
“Señor, enséñanos a amar y a crecer cada día amando a quien esté necesitado de tu Amor”, no dice el padre eudista. Podemos ser personas de éxito, grandes y respetados, pero si en nuestro corazón no hay una preocupación por aliviar el sufrimiento del otro, no somos nada. Qué le responderemos al Señor cuando estemos delante de su Presencia y después de mostrarle todos nuestros logros nos pregunte, ¿sabes amar? ¿podemos responder Su pregunta?
Dar de comer al hambriento, visitar a un enfermo o a un preso, apoyar proyectos que benefician a una comunidad o simplemente dar un abrazo son oportunidades donde podemos manifestar el verdadero amor. Pero el amor también es sufrido. “Cuando se ama, se sufre porque se sacrifican cosas” nos dice el sacerdote del Minuto de Dios. El amor nos lleva a negarnos cosas o deseos con tal de ver feliz a la otra persona, curiosamente es un sufrimiento que nos da satisfacción, la satisfacción de saber y sentir que fuimos útiles en las manos de Dios siendo su Instrumento, bendecidos para bendecir.
Amemos con el amor de Cristo, amemos con la misma intensidad con que Él nos amó y se entregó por nosotros en la cruz. Su Amor no cambia. Su Amor nunca deja de ser.“Mi Dios, gracias por darme tu Amor y por enseñarme a amar. Llena mi corazón de tu Presencia y arde en mi quemando aquellas cosas que me impiden dar amor. Sana mi corazón. Hoy he entendido que el verdadero Amor tolera y soporta, asume y se compromete, perdona y libera. Quiero vivir amando como Tú amas. Amén”
