Cada día llegan a nosotros noticias que golpean nuestro ánimo y afectan nuestros pensamientos, sembrando en nosotros temor y desesperanza. Para hacer frente a esta situación el Señor nos a dado su Respaldo en la figura de una Persona de vital importancia para el creyente. En la motivación del espacio radial de Hoy es tu día, el padre Javier Riveros, sacerdote eudista, nos comparte un mensaje que renueva nuestras fuerzas, nos libera y nos empodera para salir al mundo y con voz en cuello decirles que hoy hay Esperanza.
Lo primero que debemos hacer como hijos del Padre Eterno, es “llenarnos de Dios y permitir que su Buena Nueva nos transforme para transformar”, afirma el padre Riveros, director de la Emisora Minuto de Dios Bogotá y Medellín. Es importante que el mundo escuche el mensaje de Dios, pues este tiene un poder renovador y transformador inigualable. Dios quiere y puede hacer nuevas todas las cosas y prueba de ello es la Resurrección de Cristo. Cristo venció la muerte y con su victoria nos ha demostrado el poder de dar vida de nuevo. En el evangelio de San Mateo, capitulo 28, versículos 5 al 10, el ángel se presenta a dos mujeres que fueron a buscar al Señor Jesús después de haber sido colocado su cuerpo en el sepulcro. Así como el ángel les dice que no teman, y les da la Buena Nueva de la resurrección de Cristo; hoy, el @padreriveros nos dice contundentemente: ¡No teman!
El ángel comisionó a las mujeres a dar la buena noticia a los discípulos del Señor, y así hoy, el Señor nos envía a dar la Buena Noticia de Salvación, a decirle a un mundo en crisis que hay una esperanza, que Cristo ha resucitado, que ha vencido la muerte y la enfermedad y que está presto a dar del Agua de Vida a quien se lo pida.
No vivamos desde el temor, no permitamos que nos domine. Podemos sentir temor pero lo que no podemos permitir es que se enseñoree de nosotros. El Señor nos ha hecho libres para que vivamos la vida con alegría, con amor, fe y esperanza. háblale a la persona que está a tu lado en el transporte público, dale una palabra de aliento a tu compañero de trabajo que ha perdido a un ser querido. No temas, cuéntale al mundo de las Nuevas de Jesús.
“Señor, me has dado tu Espíritu para hablarle a mis hermanos necesitados de Ti. Me dispongo por completo para que a través de mi vida tu Luz brille. resucites todo lo que estaba muerto. Hoy te respondo como lo hiciera en su momento el profeta Isaías: Aquí estoy Señor, mándame a mí. Amén”