En esta versión de los Juegos Olímpicos hemos sido testigos de muchas enseñanzas espirituales que nos han llevado a agradecer a Dios por los logros obtenidos, a declarar públicamente nuestra fe y a perseverar en los momentos difíciles hasta ver la victoria. Pero anoche hubo un hecho que ha sido tendencia en redes: La injusta derrota de Yuberjen Martínez.
Muchas voces se han hecho escuchar en rechazo a la decisión de los jueces al dar como vencedor al boxeador japonés Tanaka Ryomei, el cual se vio físicamente afectado por la habilidad física del pugilista colombiano, a tal punto, que abandona el recinto en silla de ruedas.
Pero más allá de esto, es de resaltar la actitud de Yuberjen ante este desenlace, la cual se ve reflejada en el mensaje que publicó a través de su cuenta de Twitter:
“El mejor juez es Dios, sobre todas las cosas. Siempre colombiano. Gracias Colombia”.
Seamos agradecidos con Dios en todo momento, aun cuando no entendamos el porqué de lo que nos sucede. Cuando agradecemos en la victoria, nos alegramos; pero cuando agradecemos en la derrota descansamos porque entendemos que es la Voluntad de Dios (1ra Tesalonicenses 5;18).
Agradece por aquello que no salió o salió pero no como esperabas, Dios tiene el control y a su tiempo te mostrará la razón por la que aquella circunstancia tuvo ese desenlace. El Señor es Fiel y Justo para con sus hijos.
