Compartir Navegación de entradas AnteriorLucas 7, 36-50: La muda elocuencia del amorSiguienteBiblia y Comunidad – El discurso apostólico del evangelio de San Mateo. 1 comentario Ana casadiego Sep 18, 2020 - 4:53 pm Me encantó oirlo Dios lo Bendiga y siga dando más sanifuria Responder Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente. El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página. Entradas relacionadasRead moreEl llamado de Dios es no juzgar al pr...Read moreCree solamenteRead moreEl desafío de repensarnosRead moreLa santa que descubrió el cristianism...
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