Este domingo 31 de mayo se llevó a cabo la tradicional celebración del Pentecostés del Minuto de Dios que este año fue denominado «El Gran Congreso Internacional de Pentecostés 2020» con un lema cimentado en la segunda carta a los Corintios 3, 17 “Donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad”. Ante la situación de confinamiento que vive el mundo, la tradicional y multitudinaria celebración, que por años ha reunido a miles de feligreses en distintos espacios de la ciudad de Bogotá bajo la animación de los padres del Centro Carismático Minuto de Dios, tuvo su centro en el canal Minuto de Dios TV.Desde el teatro Minuto de Dios en Bogotá y con variadas participaciones de predicadores de nuestro país y todo el continente, cientos de familias se unieron al enlace en vivo y recibieron la unción del Espíritu Santo desde la tranquilidad de sus hogares en una transmisión ininterrumpida desde las 9 de la mañana y hasta las 6 la tarde. Los rostros y voces que fungieron como instrumento del Espíritu Santo fueron muchos y desde muchos lugares; por Colombia el director de la Emisora Minuto de Dios Bogotá el padre Javier Riveros, también el grupo musical Carisma Verde, la predicadora laica Blanquita de Osorio, el padre Fidel Oñoro, el padre John Mario Montoya, el padre Juan Pablo Mantilla y Monseñor Mauricio Vélez, mientras que la cuota internacional la colocaron Monseñor Willie Peña, Guillermo Valencia, Ambriorix Padilla y Gerardo Anderson. Uno de los muchos momentos especiales de este día, fue la Santa Eucaristía, la cual fue presidida por el presidente de la Organización Minuto de Dios, el padre Diego Jaramillo Cuartas, quien junto a un gran número de sacerdotes de la provincia Eudista Minuto de Dios, nos invitó a renovarnos constantemente en el Espíritu Santo, clamar los carismas de Él y vivir el paso de la muerte a la vida que dio Jesucristo al resucitar, gozando del milagro del Espíritu sobre nuestra Madre Celestial María y los apóstoles. La jornada fue todo un encuentro de oración, alabanza y unción que trajo victoria, renovación, y sanación para todas las familias y personas que hicieron parte de este acto de amor y fe hacia el Señor nuestro Dios, quien estuvo presente en los corazones de todos los presentes. La jornada culminó llena de la fuerza y alegría del Señor y algo que estuvo presente fue la aclamación a Dios por el fin de la pandemia de COVID-19 y la sanación de todas las familias.
