Hoy en día, es común que las personas crean que gozan de plena libertad Piensan que, sin Dios, a través de la tecnología, las prácticas esotéricas o negando toda relación con la Iglesia e inclusive con la religión; se vive sin prejuicios y con toda la libertad para hacer lo que deseen. En el libro del Génesis encontramos que Dios dota al hombre del libre albedrío, él en todo momento de su existencia cuenta con la capacidad de hacer el bien y de hacer el mal, de escoger entre lo bueno y lo malo y de decidir si le da entrada o no al Señor.
Muchos son esclavos sin saberlo:
Las distintas dinámicas sociales invitan al hombre a que viva su libertad, a que haga lo que quiera sin hacerle daño a los demás y que aproveche todo porque se puede acabar. Las personas no solo son esclavas del sexo, del alcohol y de las drogas. También están ligadas al consumismo, a las redes sociales, al aparentar. Siguiendo estas tendencias caen en una esclavitud que ya no tiene cadenas físicas, sino que ahora se experimentan desde lo interno, en lo profundo del ser.
Dios te quiere libre:
Reconocemos a Jesús como el Hijo de Dios, el enviado para anunciar el Reino. Además, Él también vino al mundo para proclamar la liberación a los cautivos. Todos podemos vivir estas experiencias de vivir en cautiverio sin saberlo, pero cuando le damos la autoridad a Jesús para que entre en nuestras vidas, para que, así como Dios sacó al pueblo de Israel de un lugar en donde no debía estar, así mismo llega a nuestras vidas para darnos luz, para recordar que la plenitud de la libertad y del hombre se vive de la mano con Dios.