Queridos hermanos y hermanas,
Iniciamos hoy con el rito de imposición de la ceniza en la liturgia de la Iglesia un tiempo especial de verdadero cambio y de renovación, el tiempo de la Cuaresma. El Papa Francisco en su mensaje para la Cuaresma 2023 tomando el texto bíblico de la Transfiguración de Jesús relatados en los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), nos invita a “subir a un monte muy elevado” junto con Jesús, para vivir con el Pueblo santo de Dios una experiencia particular de ascesis, para superar nuestras faltas de fe y nuestras resistencias a seguir Jesús en el camino de la cruz.
Para que esta transfiguración pueda realizarse en nosotros, el Papa nos propone dos caminos a seguir para ascender justo a Jesús y llegar con Él a la meta.
El primer camino, es escuchar a Jesús. La Cuaresma es un tiempo para escuchar a Aquel que nos habla. Nos habla por medio de la Palabra de Dios, que la Iglesia nos ofrece en la liturgia. Es por ello, que debemos meditar las lecturas bíblicas de cada día. Además, de hablarnos por medio de las Escrituras, el Señor nos habla a través de nuestros hermanos, especialmente de quienes necesitan de nuestra ayuda.
El segundo camino, es no refugiarnos es una religiosidad hecha de acontecimientos extraordinarios, de experiencias sugestivas, por miedo a afrontar la realidad con sus fatigas cotidianas y sus contrariedades.
Por último, San Juan Eudes hablando sobre la abnegación de sí mismo, en su obra “Memorial de la Vida Eclesiástica”, nos invita a renunciar a nosotros mismos, al menos al comienzo de nuestras principales acciones y entregarnos a Jesús para realizarlas en Él, con su fuerza y en su espíritu.
