El pasado sábado 9 de septiembre, el Papa Francisco beatificó por primera vez a una familia entera. El presidente de la Conferencia Episcopal Polaca Monseñor Stanisław Gądeck, mencionó que su beatificación realza los lazos entre católicos y judíos. Markowa, el pueblo natal de la familia vivió un ambiente de alegría por la beatificación de estos mártires.
El 24 de marzo de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis asesinaron a todos los integrantes de la familia Ulma, luego de descubrir que escondían a ocho judíos en su casa. La familia recibió a los judíos que eran perseguidos y los escondieron, sin importar nada, los Ulma arriesgaron su vida para salvar a estos inocentes que, aunque no profesaban su fe, tenían claro algo y es que se sobreponía su valor como persona por encima de otra cosa. Al ser descubiertos todos fueron asesinados, pero estas personas mostraron virtudes heroicas propias de un seguidor de Cristo que los llevó a ser elevados a los altares.
«Al odio y a la violencia que caracterizaron aquella época, se opusieron al amor evangélico. Que esta familia polaca, que representó un rayo de luz en las tinieblas de la Segunda Guerra Mundial, sea para todos nosotros un modelo a imitar en el celo por el bien y en el servicio a los necesitados». (Su santidad, El Papa Francisco).