Compartir Navegación de entradas AnteriorMateo 5, 38-42: No devolver violencia, sino transformar al agresor.SiguienteMateo, 6 19-23: Tesoro y corazón Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente. El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página. Entradas relacionadasRead moreGran ConfesatonRead moreDominarse a uno mismo – Primer ...Read moreLA CASA DE RETIROS ,EVENTOS Y CONVENC...Read moreDonde está el Espíritu de Dios hay li...