Ocuparse en lo más importante

Existe una gran tendencia humana a apropiarse y apegarse a situaciones y elementos que terminas esclavizando, causando enfermedades y sufrimientos, generando preocupaciones afanes y ataques a quienes están cerca. El estrés es un fenómeno que afecta fuertemente, pues sus raíces se entierran en la profundidad de la mente y de la espiritualidad del ser humano. En medio de esos conflictos, ¿cómo lograr la paz interior y el crecimiento integral?

Vemos en el evangelio de Lucas (10,38-42) dos posturas ante las preocupaciones de la vida, marcadas por dos mujeres: Marta y María. Así que, debemos aprender a vivir entre los afanes y organizar las prioridades.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10, 38-42):

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».
Respondiendo, le dijo el Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».

1. Los afanes de Marta

La narración (Lc 10,38-42) cuenta que Marta recibió a Jesús, el Maestro, en su casa y empezó a preocuparse por todos los servicios, estar de aquí para allá haciendo distintos menesteres, mirar que otros no colaboran y se quedan sentados junto al Maestro, estresarse por cargar todo ella sola, perder la paz, acumular enojo, hasta que explota. Tal actitud genera tres malestares:

Primero, atacar a Jesús y a su hermana María, pues señala: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo?” La violencia interior genera mucho malestar en los que se encuentran al lado, pues las explosiones emocionales son siempre son controladas. Algunas personas acumulan tanto sufrimiento, estrés y preocupaciones al sentirse solas o rechazadas que atacan aún a las personas inocentes. Por ejemplo, un padre o una madre de familia que desahoga sus afanes y preocupaciones aplicando violencia a los hijos o a los animales; el jefe que ataca a sus empleados para lograr resultados utilizando como mediación la violencia. El insulto, la ironía y las palabras soeces se convierte en la forma cotidiana de hablar hasta que la violencia se asume de manera natural volviéndose parte de la cultura. Es terrible acostumbrarse a vivir en medio de ambientes violentos.

Segundo, buscar solidaridad a la fuerza, cuando dice: “Dile, pues, que me ayude”. En medio de los afanes al cargarse de todos los servicios, algunas personas terminan utilizando la fuerza del chantaje y de la ironía, la incomodidad de la sátira y los comentarios indirectos para generar acciones positivas. Eso es contradictorio, pues muchos seres humanos en la actualidad ya no gustan de la pedagogía negativa para moverse a ayudar a otros, así que es preferible la convicción. Buscar ayuda por la fuerza y la violencia genera resistencia, rechazo y contrarespuestas que no solucionan, generando resultados opuestos a los que se esperan.

Tercero, generar preocupaciones, pues Jesús le dice: “Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas”. La preocupación se entiende como ocuparse antes de tiempo, además, en su sentido griego, es como cargar algo en circulos, donde no se llega a ninguna parte, pero la persona termina cansada. La preocupación y la agitación contribuyen a abandonar las tareas y los compromisos, a buscar excusas para huir y a generar diversas violencias personales, familiares y empresariales.

Los afanes de Marta no son los más recomendados como opciones de vida, pues desencadena consecuencias funestas, donde no se asumen las propias responsabilidades, sino que aumentan las excusas culpando a otras personas.

2. Las prioridades de María

La posición de María muestra una doble decisión: seguir el autoritarismo de Marta o estar a los pies de Jesús para identificarse como discípula y escuchar sus Palabras para alimentar su vida con enseñanzas sólidas. El discípulo está esperando que su Maestro le muestre reglas de vida que ayuden a tener salud, dinero y amor, libertad y felicidad, es decir, los elementos fundamentales de la existencia humana. Sin embargo, María nos muestra que la clave es tener un Maestro al que podamos seguir con fidelidad y, de esa manera, la paz interior y el crecimiento integral estarán garantizados. Tal actitud genera tres consecuencias positivas:

Primero, establecer prioridades, pues Jesús dice: “hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola”. Cuando las situaciones que manejas causan fracasos, es porque tus prioridades están equivocadas en algún nivel. Así que se trata de establecer quién ocupa el primer lugar en tu vida, qué ocupa el segundo y el tercero, pues así dedicarás tiempo y esfuerzo. Algunas personas dicen que primero es Dios, pero no oran ni leen su Palabra, así que se están equivocando. Sin engañar a nadie debes establecer una galería de honor, donde estableces prioridades y destinas esfuerzos. María escogió quedarse con Jesús para que todo lo demás venga por añadidura. De manera que debes buscar escuchar a tu Maestro que te enseñe que es lo fundamental y lo demás vendrá después.

Segundo, María resulta defendida por la autoridad del Maestro. Jesús defiende a quien lo tiene a Él en primer lugar. Aunque vengan calumnias, críticas y murmuraciones, Jesús es quien te defiende hasta de ti mismo. Si tienes al Maestro en primer lugar, Él se compromete a defenderte, a promoverte y a proveerte lo mejor, para que no te falte nada y para que progreses en todos los aspectos.

Tercero, María se lleva la mejor parte, ya que Jesús dice que ella “ha elegido la parte buena, que no le será quitada”. La mejor parte, lo más bueno y que afecta toda la vida consiste en quedarse con Jesús, el Maestro. La mejor opción y, por tanto, la más grande prioridad es escoger a quien te da la paz, a quien te da la prosperidad y a quien te lleva más allá de tus expectativas. Quédate con Jesucristo.

Al final hay dos opciones, una vida en violencia o en paz, pero todo depende de a quién pones en primer lugar. Debes escoger quedarte con el mejor.

Desde la Escuela Superior Carismática Latinoamericana – ESCALAR, proponemos que pueda seguir la formación cristiana con cursos como Conocer el Primer Testamento, que es la Introducción al Antiguo Testamento, Orar con los Samos y Vida y Reino de Jesús. Puedes mirar en escuelacarismatica.com las ofertas actuales de los cursos de ESCALAR.

Informes e inscripciones en el…


Manuel Tenjo-Cogollo
Magíster en Teología. Director de ESCALAR

Compartir
Deja un comentario

Tu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Entradas relacionadas