La humanidad está viviendo un periodo de crisis. La desesperanza, la ansiedad y la incertidumbre frente al futuro agobian las mentes y los corazones de las personas que sumidas en la soledad no ven una salida, una luz a sus dificultades.
En la motivación del programa Hoy es tu día, el padre Javier Riveros, director de la Emisora Minuto de Dios Bogotá y Medellín, nos trae una visión alentadora y una misión imperante para la Iglesia del Señor en este tiempo. El padre Riveros cita su mensaje para este día en el Evangelio según San Mateo, capítulo 9, versos 35 al 38, en donde vemos a Jesús Misionero predicando en cada ciudad a la que llegaba y cómo en ellas encontraba multitudes necesitadas del mensaje que cambia vidas. “Jesús tuvo compasión de las personas porque estaban cansadas, desanimadas. Hoy Jesús camina por nuestro país y siente compasión de nuestros jóvenes, de nuestras familias y quiere darles Vida Eterna” nos dice el sacerdote eudista.
El Señor de la Mies le hace un llamado a sus obreros en Colombia para que salgan de sus hogares y vayan, se acerquen a todo aquel que en medio de esta pandemia ha perdido la esperanza, le brinde una mano y le de la Palabra que sana y salvas vidas. Dios conoce el estado del corazón del que sufre y nos coloca en el camino de estas personas a fin de darles una palabra sazonada que les dé la fuerza para seguir y en algunos casos les persuada de tomar decisiones irreversibles.
“Estamos librando una batalla espiritual en nuestros corazones y el Señor lo sabe. Él no es indiferente a nuestro dolor, por eso extiende Su mano movido a misericordia para socorrernos y salvarnos de la soledad” afirma el @padreriveros.
Este es el tiempo de ver la necesidad de nuestro vecino, de escuchar a nuestros amigos, de ser solidarios, fraternos y generosos. Dispongámonos para ser usados por el Espíritu Santo, seamos las manos de Cristo, la voz de Cristo, los pies de Cristo y alcancemos a uno a la vez para el Reino de Dios. Las vidas están dispuestas a escuchar el mensaje de Salvación, sus corazones son los campos que están listos para recibir la semilla de la fe en Jesucristo. Cristo no los juzga, nosotros tampoco, “Él quiere sanar sus heridas y levantarnos como hizo con nosotros porque nos ama”. Recordemos que el Padre nos recogió, nos sanó, nos levantó y ahora nos envía para rescatar a otros que como nosotros pensaron que ya no había salida. Somos el recurso que el Señor usará para recoger la cosecha abundante que se está por darse en Colombia. No importa nuestra edad, condición o lugar en donde estamos, lo que Dios busca es que nuestro corazón esté dispuesto a servir con amor, que le importe el otro y que esté dispuesto a darlo todo por la gente. La humanidad necesita personas que den la milla extra, que les muestren que sí hay una esperanza para el mundo y esa esperanza es Jesús.
“Señor, somos tus obreros dispuestos a salir a los campos a recoger la cosecha. Hoy salimos con gozo y determinación a llevar tu Palabra, a mostrar a Cristo al mundo y a llenar la Tierra de tu Gloria. Señor, regresaremos a ti con nuestras redes llenas porque Tú nos has hecho pescadores de hombres. Amén”