El CELAM realizó la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en 2007, de donde salió el Documento Conclusivo de Aparecida (Será citado con las letras DA).
Hablando de la evangelización señala la importancia de los protagonistas al decir que “no depende tanto de grandes programas y estructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen dicha tradición y novedad, como discípulos de Jesucristo y misioneros de su Reino, protagonistas de vida nueva para una América Latina que quiere reconocerse con la luz y la fuerza del Espíritu”.
Dentro de los protagonistas se encuentran los laicos de los que se expresa en clave de identidad y misión.
El Documento de Aparecida presenta una definición de laico de manera positiva donde se evidencia la identidad, vocación y misión, como sigue: “los cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el pueblo de Dios y participan de las funciones de Cristo: sacerdote, profeta y rey. Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo” (DA 209). Se hace evidente el compromiso del laico en la construcción de la comunidad eclesial.
La misión de los laicos es “propia y específica que se realiza en el mundo” por tanto, se cuenta con su testimonio de vida y actividad laboral en función de contribuir a “la transformación de las realidades y la creación de estructuras justas según los criterios del Evangelio” (DA 210). Con el desarrollo de la misión, los laicos hacen “creíble la fe que profesan, mostrando autenticidad y coherencia en su conducta” (DA 210).
La actividad de los laicos se desarrolla “en la acción pastoral de la Iglesia, primero con el testimonio de su vida y, en segundo lugar, con acciones en el campo de la evangelización, la vida litúrgica y otras formas de apostolado, según las necesidades locales bajo la guía de sus pastores” (DA 211). Es por este motivo que los laicos se ubican en el corazón y el desarrollo de la misión en los diversos campos donde se desenvuelve, al mismo tiempo que se fortalece la acción laical en los sacramentos del bautismo y la confirmación, al mismo tiempo que se muestra la posibilidad de crecer en el ministerio matrimonial. Así que la Iglesia busca abrir espacios de participación a través de “ministerios y responsabilidades en una Iglesia donde todos vivan de manera responsable su compromiso cristiano”. (DA 211).
Manuel Tenjo Cogollo
Magíster en Teología. Director de ESCALAR