El camino de la vida cristiana es dinámico, es un constante aprendizaje en donde una vez nos hemos decidido a confiar en Dios, le podemos ver actuar en todas las áreas de nuestra vida y podemos descansar sabiendo que todo lo que ocurre a nuestro alrededor es su Voluntad. En el programa radial Hoy es tu día, el padre Javier Riveros, sacerdote eudista nos comparte una enseñanza que nos lleva a alegrarnos en el Señor sin importar la situación que estemos viviendo.
En la carta a los Filipenses, capítulo 4, versos 12 y 13; el apóstol Pablo le cuenta a la iglesia en Filipos, cómo su comunión con Dios le ha llevado a vivir por encima de las circunstancias y les declara cómo Cristo ha sido su fuerza en todo momento. “Cuando se camina con Dios no se tiene miedo a la vida ni a las situaciones que esta nos presente” nos dice el @padreriveros. Vivir en Cristo es caminar de su Mano, es entender que por más fuerte que sople el viento de tormenta, Él nunca dejará que nuestra barca naufrague. Recordemos la promesa que el Señor nos dio: “En el mundo tendréis tribulaciones; pero tened ánimo, que yo he vencido al mundo. (Juan 16;33)”
La vida del apóstol Pablo es un gran aprendizaje para nosotros, la iglesia de este tiempo. A través de su experiencia podemos ver cómo es un alma satisfecha por el Señor. No seguimos al Señor por lo que nos da sino por lo que somos por Él. “Como hijos de Dios, no estamos exentos de vivir toda clase de circunstancias”, al contrario; ahora que ya no pertenecemos al mundo, los ataques del maligno se incrementan, pero es aquí donde se ve la Mano de Dios y donde nuestra confianza en Él se hace visible; porque es su Amor el que satisface nuestro corazón, es su Generosidad la que cubre nuestras carencias, es su Presencia la que lo llena todo.
Demos gracias a Dios y gocémonos cualquiera sea nuestra necesidad (1 Tesalonicenses 5:18), entendiendo que todo lo que nuestro Padre permite en nuestra vida es para crecimiento de nuestro espíritu. La biblia dice que nuestra fe debe ser probada en el fuego (1ra Pedro 1;7) así que, no temamos, antes bien, esforcémonos en toda situación, mantengámonos firmes y agradezcamos con satisfacción de corazón pues “la experiencia de Dios trae satisfacción al ser humano y llena su vida de plenitud y felicidad”.
“Gracias mi Cristo porque Tú eres mi fortaleza, mi castillo y la satisfacción plena de mi alma. Contigo en mi vida ya no tengo temor del futuro porque sé que está en tus manos. Hoy descanso en Ti con la seguridad de que Tú suples toda necesidad y que sea cual sea tu Voluntad, contigo soy más que vencedor. Amén”
El padre Javier Riveros es director de la Emisora Minuto de Dios Bogotá y Medellín.