La Iglesia, como Madre y Maestra esta en constante escucha de la realidad del ser humano. Ella, ha sido pieza fundamental dentro de la reflexión, levantando la voz por los más necesitados, por los que son vulnerados. Todos aquellos que son sujeto de la buena nueva y herederos del Reino de los cielos. Sus deseos de mejorar van encaminados a fortalecer el dialogo entre todos los bautizados, involucrando a la jerarquía y en general al Pueblo de Dios. Persiguiendo siempre el objetivo de estar en una renovación constante y poder alcanzar plenamente la santidad.
La Iglesia se preocupa:
Con el paso del tiempo se ha dado una gran masificación de noticias que denota una realidad latente dentro de la Iglesia y el mismo Papa Francisco ha levantado su voz haciendo caer en cuenta de los errores que han sido cometido por obispos, sacerdotes, religiosos y laicos. Él mismo ha pedido que la justicia esté completamente al tanto de todo eso y ejerza una labor iluminadora en los escenarios en donde se han visto abusos por parte de los miembros de la Iglesia.
Todo con un gran fin:
Exponer a la luz los hechos en los que la Iglesia no se ha visto representada no tiene la finalidad de mostrar que ella está mal. Por el contrario, son momentos que permiten reflexionar y tomar acciones pertinentes para minimizar estos sucesos. Entendiendo que es deber de todos los bautizados cuidar por el bienestar y la integralidad de todos los seres humanos. Es por esto por lo que la Conferencia Episcopal con el fin de velar por el desarrollo y cuidado ha establecido canales de comunicación para hacer visible la cultura del cuidado. Dichos esfuerzos se suman al compromiso de todos los bautizados. En ellos el Minuto de Dios también está presente y se compromete a velar y escuchar todas las recomendaciones que los obispos tengan.