Gracias Señor por el gran pastor que nos has dado

Los pastores que guían al Pueblo de Dios se convierten en un gran regalo para toda la Iglesia, ellos están llamados a guiar a la Iglesia, llevándola muchas veces en sus hombros, muriendo a sí mismos para que los demás tengan vida y entregando hasta lo último al Señor.

Francisco Nieto Sua:

Nació el 17 de septiembre de 1948 en Panqueba, Boyacá. Ingresó al Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Bogotá, donde estudió Filosofía y Teología. Luego Estudió en la Pontificia Universidad Gregoriana d Roma en donde cursó la Licenciatura en Historia de la Iglesia. Se ordenó sacerdote el 13 de noviembre de 1973, el 22 de octubre de 2008 fue nombrado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá y se consagró como obispo el 17 de noviembre de ese mismo año. Fue nombrado titular de la Diócesis de San José del Guaviare y el 26 de junio de 2015 como Obispo para la diócesis de Engativá.

Su obra en Engativá:

Monseñor desempeñó su pastoreo con gran alegría, acompañando a sus sacerdotes en todo momento y estando al tanto de todas las realidades de su diócesis. Fortaleció el plan de formación pastoral para esta Iglesia particular, partiendo de la centralidad de Jesucristo, imitando su humildad y con un gran deseo de compartir la buena nueva a todos. Él, reconoció que se ha hecho un gran trabajo, siempre, con la ayuda de Dios y que espera que la diócesis continúe con su buen caminar y siempre auxiliada con el poder del Espíritu Santo.

Un gran reto para esta Iglesia particular:

Monseñor Francisco es ahora Obispo emérito de la Diócesis de Engativá y continuará ejerciendo su ministerio en donde el Señor lo lleve. Desde la Emisora Minuto de Dios queremos expresar unas palabras que no acaparan la inmensa gratitud con la cual todos los colaboradores y oyentes de la obra del Minuto de Dios. Él, como pastor estuvo presente en todos los momentos de esta emisora y queda en cada uno de nuestros recuerdos su sencillez y cercanía. Invitamos a todos nuestros amigos y oyentes a que oren por todos nuestros pastores y también por el Santo Padre Francisco.

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