El Papa francisco escribió este año 2019, la exhortación apostólica Christus Vivit a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios. Cuando inicié la lectura me encontré con un mensaje cercano que llamó mi atención. Al final del primer párrafo de la carta encuentro esta frase: “Él vive y te quiere vivo” (francisco, 2019 [1]) al leerla vienen a mi mente todas las historias de suicidios de los que me he enterado en el trascurso del año, e inmediatamente pensé en la necesidad de que este mensaje se propague, en una inminente tarea de hacerla conocer de todos los jóvenes en edad y corazón.
En un mundo que está perdiendo las ganas, el sentido de vida, la esperanza, este mensaje del Papa debe cobrar sentido ya que nos recuerda la base de nuestra fe: Está VIVO, resucitó, agregando una certeza de amor: nos quiere vivos.
Aun así, para muchos no debe ser claro el significado de la expresión: ¡Te quiere vivo! Esto porque todos los seres humanos nos enfrentamos a realidades diversas, algunos con pocas herramientas sociales, emocionales y espirituales para transitarlas y ello, le restaría contundencia a un llamado de tal calibre.
En el trascurso de la lectura descubro que ese “te quiere vivo” del que habla el Papa, implica descubrir, que ser joven no es solo la búsqueda de “placeres pasajeros y éxitos superficiales” (francisco, 2019 [107]) nuestro pasar por este mundo debe ser más profundo, el Papa plantea un tiempo de juventud de “entrega generosa, de ofrenda sincera, de sacrificios que duelen pero nos vuelven fecundos”, esto incluso para quienes somos jóvenes de corazón. Es decir, Jesús nos quiere Vivos para la profundidad, la entrega, la ofrenda, el servicio.
Por lo anterior, puedo inferir y espero no salirme ni mal interpretar el mensaje del Papa, Jesús nos quiere vivos para hacer frente a nuestra realidad y esto solo se logra de su mano, en oración y pidiéndole que nos renueve, pues con Él no perdemos la esperanza y encontramos sentido a la vida.
Para hacerle caso a ese llamado a estar vivos (que es como nos quiere Jesús) necesitamos creerle y creer, creerle que de verdad nos quiere vivos, creer que Él nos da fuerza para vivir el día a día y ser feliz.
El Papa plantea que para fortalecernos y trabajar unos por otros debemos vivir en comunidad, pues unidos tenemos una fuerza admirable. Somos más fuertes si estamos unidos. Podemos vivir y permitirle saber a nuestra comunidad cómo vivir en Jesús.
Así pues, en esta primera reflexión de la exhortación se deja claro que necesitamos creernos que Jesús está vivo y nos quiere vivos, vivos para afrontar con Él la vida, para buscarlo en oración, para tener una vida en el servicio y por último a vivos en comunidad, fortaleciéndonos y creciendo juntos.
“Vivo, aún vivo…
Aquí estoy y aquí me quedo,
construyendo el tiempo nuevo
Vivo, aún vivo” Grupo Suramérica