La Renovación Católica Carismática es un gran regalo que Dios ha dado a la Iglesia, ella que atenta a la novedad del actuar del Espíritu, anima la experiencia misionera, otorgando un carácter diferenciador el cual consolida de mejor manera la experiencia del ser cristiano desde a la intimidad del encuentro con el Señor. Este movimiento inició hace 57 años por medio del actuar del Señor, en un grupo que deseosos del encuentro con el Señor permitieron que este transformara sus vidas y sus corazones.
Un gran regalo para la Iglesia:
El Papa Francisco ha sido un hombre cercano a la experiencia de la Renovación Católica Carismática, inclusive logró ser asesor de la RCC en su país natal, Argentina. El ha resaltado que la Renovación es un don para la Iglesia y que esta debe continuar la promulgación del anuncio kerigmático por medio del Seminario de vida en el Espíritu y del Bautismo en el Espíritu.
El seminario de vida:
Aquel fin de semana de febrero de 1967, un grupo de jóvenes se reunían en una casa de retiros llamada El Arca y la Paloma. En este lugar, que confidencialmente tenía este nombre, vieron el lugar perfecto para vivir el retiro en el cual clamarán al Señor que les permitirá conocer la experiencia de su amor. Es ahí donde se cuenta que inició esta Bendita Corriente de Gracia, por medio de un retiro que será conocido en la actualidad como el Seminario de vida en el Espíritu.
Un espacio para ser renovados:
El seminario de vida en el Espíritu aborda siete temáticas las cuales tienen como objetivo llevar a la persona a que tenga un encuentro de amor con el Señor, todas las predicaciones están llenas del Espíritu Santo y se concluyen con el clamor de un nuevo bautismo en el Espíritu. Este es el espacio que el Señor ha regalado no solo para cambiar vidas, sino también, para que se formen grupos de oración y comunidades que vivifican la Iglesia.