Muchas son las estrategias que hemos aprendido y llevado al campo de batalla en este poderoso tiempo de lucha espiritual a favor de nuestras familias y de nuestra nación. Hoy, en el espacio de la motivación, en el programa Hoy es tu día, el padre Javier Riveros, Director de la Emisora Minuto de Dios Bogotá y Medellín, nos compartió dos elementos más para intensificar nuestro ya nutrido arsenal espiritual y derrotar con contundencia toda obra de maldad que se levanta contra la manifestación de Dios en Colombia.
Una vez ungidas nuestras lámparas con el aceite del Espíritu Santo, el padre Riveros nos mostró dos formas de batallar de una manera eficaz; estas son: La Alabanza y el Bendecir a Dios. Estas estrategias van de la mano, actúan unidas y se deben practicar en todo tiempo, “si estas estrategias se ponen en practica en momentos de dificultad, se vuelven más poderosas”, nos dice el padre eudista. Alaba al Señor en medio de la tormenta, del dolor, aun en medio del cansancio de la vida. Cuando tú alabas y bendices al Señor, Él comienza a obrar a tu favor de una manera sobrenatural, porque nuestra alabanza es un signo de confianza en el Poder de su Fuerza.
“La Alabanza tiene mucho poder. Por eso, como hijos de Dios debemos aprender que la alabanza y el bendecir a Dios se ejercitan diariamente”. Estas estrategias no se condicionan a nuestro estado de ánimo, al contrario, cuando nos sintamos sin fuerzas, sin ganas de continuar en la lucha, es ahí donde debemos levantar nuestros brazos, levantar nuestra voz y decirle al Señor cuán importante es Él para nosotros, decirle que aunque nuestra alma se sienta desfallecer por las pruebas de la vida, nuestra confianza está en Él.
En el Salmo 135, podemos encontrar una recopilación de los hechos que reflejan la Grandeza de Dios. Pero sus hechos no se quedan ahí. Él aun sigue obrando con Poder, Él es nuestro Sanador, nuestro Protector, nuestro Proveedor, nuestro Todo. “Este es el tiempo de tu sanación, de la conversión de tu corazón. Alégrate y alaba, bendice a Dios porque estás en los Atrios del Señor” nos insta el sacerdote eudista.
El Señor es Todopoderoso y hace lo que quiere y como Él quiere, pero Él no se mueve por capricho, sino que su Voluntad tiene un propósito. “Él quiere bendecirnos y lo hace cuando nosotros obramos en obediencia” afirma el @padreriveros. Nuestro Dios pelea por nosotros, interviene a nuestro favor por Amor a nosotros. No servimos a ídolos, servimos y seguimos a un Dios vivo, al Rey de Reyes y Señor de Señores.
Dios escucha. Él está atento a la oración de sus hijos y aún más a la alabanza que brota de nuestros corazones, pues Él habita en medio de la Alabanza de su Pueblo (Salmo 22;03).
“Recibe Señor nuestra ofrenda de Alabanza. Tú, el Todopoderoso, el Creador del Universo, has escogido habitar en nuestros corazones, te honramos con lo mejor de nuestras vidas. Continúa peleando por nosotros mientras levantamos banderas de victoria. Santo es tu Nombre mi Dios. Amén”
