El Evangelio de hoy nos da 3 claves que debemos tener presentes en este caminar con Él, que nos preparan y enseñan sobre este caminar con Dios, sobre la evangelización:
- Lo primero es que debemos saber que una persona que no ha vivido la conversión a Dios no sabe valorar lo que proviene de Él, y puede suceder que, así como puede recibir con agrado lo que le dices o muestras, también puede despreciar el amor de Dios, el don de Dios. El señor nos hizo libres y por ello las personas pueden decidir si tomar o no tomar el camino, aún por encima de esto nuestra tarea es evangelizar.
- Hacer con los demás lo que quiero que hagan conmigo: Si pretendemos que los demás nos hagan el bien, nos amen, respeten, cuiden, sean justos, compasivos y misericordiosos con nosotros, debemos empezar por cada uno, poner en práctica estas mismas acciones con los demás, que sea algo reciproco.
- Entrar por la puerta estrecha: Entender que el camino con Dios implica sacrificios y renuncias. Este es el camino más lindo, nos traerá los verdes campos, la libertad, la vida, el gozo, pero su entrada es una puerta estrecha. El que anda con Dios no le puede decir a todo lo del mundo que sí, no todo lo que la gente proclama y aclama es bueno o está bien. Un cristiano o discípulo de Dios no se deja llevar por las masas, sabe discernir.
Como un regalo adicional la primera Lectura de hoy nos muestra el poder de la oración y la fe en Dios, y nos invita a ser intercesores en estos tiempos de incertidumbre. Debemos pedir con fe y humildad de corazón por nuestro pueblo, nuestro territorio, la salvación del mundo, ser constantes orantes y adoradores, para que el mal no dañe nuestra tierra.