Una problemática mundial:
El Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas fue instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1987. Esto se hizo con la finalidad de visibilizar una gran problemática que se iba acrecentando en aquella época y que es vigente hasta la actualidad. Diversos países presentes a lo largo y ancho del mundo tienen que enfrentarse al mal de la drogadicción, una problemática que ataca directamente a la persona, que la coloca en situación de vulnerabilidad y que la lleva distanciarse de su entorno por medio del consumo de sustancias psicoactivas.
La postura de los pontífices:
Los últimos pontífices han sido enfáticos en levantar su voz en contra de este mal que afecta a grandes y a pequeños, el cual, está directamente relacionado con una cultura de la muerte que a simple viste se ve como “diversión” pero que en el fondo destruye lentamente a la persona. El papa Benedicto XVI fue directo al dirigirse a los expendedores de droga y los llamó asesinos, al referirse sobre el comercio de la droga.
La persona, como primera afecta:
Personas de todas las clases sociales son afectadas por esta problemática y es que en este momento no solo se debe hablar de adicción a las drogas como única problemática, también están otras que no son tan visibles pero que están presentes en la vida de las personas, la adicción al celular, a la pornografía, a la comida y un sinfín de escenarios que solo muestran que la sociedad debe centrarse en escuchar, atender y comprender cada realidad con profunda caridad.
La labor de la Iglesia:
La Iglesia nunca cesará su protesta en contra de lo que hace mal al hombre, ella como Madre y Maestra velará por todos sus hijos y los acompaña de distintas maneras para que en ningún momento se sientan solos, creando estrategias para formar conciencia de estas problemáticas y así menos personas puedan sumergirse en este mundo.