Escritos Apócrifos

El término “apócrifo” tiene varias acepciones entre la que se resalta ἀπόκρυφος, que quiere decir oculto. En lo que respecta a los escritos literarios, se le atribuyen terminologías como falso, de dudosa procedencia o de falta de información sobre quién es su verdadero autor. Al referirse propiamente a los escritos bíblicos no se debe caer en el error de que son textos que han sido ocultos y condenados por la Iglesia. Por el contrario, en ellos se puede encontrar una gran riqueza que trata de explicar de cierta manera escenas, momentos o vacíos que muchas veces están presentes en los escritos bíblicos. El hecho de que sean ocultos, es decir, que no hayan logrado entrar dentro del canon oficial, los convierte en objeto de estudio privado, que sin duda alguna permiten conocer lo que determinada comunidad creía frente al Señor para el Pueblo de Israel y para los cristianos.

Libros Apócrifos en el Antiguo y Nuevo Testamento:

Tanto el judaísmo como el cristianismo han tenido un desarrollo vasto y variado, las comunidades buscaban condensar las experiencias propias en los distintos conglomerados y escritos. Es por esto por lo que se han encontrado distintas versiones de textos, escritos que citan otros de los que aún no se han encontrado las copias fieles y también, algunos que toman una connotación fantástica que dista un poco de la norma que ha sido fijada para incluir libros en la Biblia. Sin embargo, es importante reiterar que, aunque estos escritos no han sido dotados de todas las facultades para ser oficiales, estos han incidido de manera directa en la Iglesia, como es el caso del nombre de los Padres de la Virgen María, la narración del nacimiento de Jesús al lado de una mula y un buey e inclusive los nombres de los que son llamados los tres reyes magos.

Escritos al alcance de todos:

Muchas leyendas urbanas han sido creadas en torno a estos textos, sin embargo, no están ocultos por ninguna autoridad sino por el contrario, pueden ser encontrados en bibliotecas, centros de estudios bíblicos e inclusive en el Archivo Apostólico Vaticano.

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