Algo que ha quedado en claro en todo momento de la Historia de la Iglesia es que ella fue encargada de acercar a las personas a Dios. Los apóstoles fueron estas primeras personas que lograron tener un encuentro con el Señor, quien transformó sus vidas y sus corazones dando un giro de 180º grados en sus vidas. Aunque fueron renovados por el amor del Hijo muchos de ellos continuaban con sus dificultades, con sus limitaciones y muchas veces con un pensamiento cercano a la realidad humana.
Pentecostés, un antes y un después:
Aunque habían compartido con el maestro, aunque sus vidas habían sido transformadas ellos debían recibir una confirmación final de que ya estaban listos para la misión. Es entendible que estaban lleno de miedos, su maestro había muerto, los perseguían y su humanidad afloraba en estos momentos de dificultad. Sin embargo, con el derramamiento de Espíritu Santo que había recibido, fueron fortalecidos para hacer grandes hazañas en nombre del Señor y salieron a anunciar el Reino de los Cielos y confirmar su predicación con milagros en el nombre de Jesús.
Renovados y enviados para la misión:
Todos salieron a predicar por todo oriente, los Hechos de los apóstoles recopilan estas actividades, donde siempre se resalta el actuar del Espíritu Santo. Cumplían con lo que el Señor les había encomendado asiduamente sin importar las dificultades, tropiezos y persecuciones que habían vivido.
Tu estas llamado a ser apóstol del Señor:
Aunque tenemos flaquezas, aunque nuestras fuerzas no dan muchas veces cada uno de nosotros estamos llamados a ser transformados por el amor de Dios y dar testimonio de este actuar. Es de reconocer que parte un interés personal en responder a Dios por las maravillas que este ha tenido para con cada uno de nosotros. En El Minuto de Dios tenemos una gran invitación para nuestro Pentecostés este lunes 13 de mayo, aun estas a tiempo para separar tu escarapela y poder ser renovados en su amor.