6 años de la visita del Papa a Colombia

Hace 6 años el Papa Francisco visitó Colombia por 4 días, en el país se volcó en alegría por la llegada del Pontífice. Jóvenes, adultos, niños y ancianos vivieron momentos de fraternidad y euforia por tan grande acontecimiento. El Papa Pablo VI fue el primero en visitar Colombia en agosto de 1968 con motivo del Congreso Eucarístico Internacional de Bogotá y de la segunda conferencia Episcopal de episcopado latinoamericano dada en Medellín. En 1986 el Papa Juan Pablo II visitó por 7 días a Colombia dónde dio una gira llamada los días blancos.

Durante 4 días el papa Francisco recorrió Bogotá, Medellín, Villavicencio y Cartagena. Tuvo encuentros con toda la sociedad colombiana y llamó a todos a vivir en paz, resaltando la importancia del perdón, de la reconciliación y de la escucha del otro. Es claro que esta visita no se limitó a los días en los que el Santo Padre estuvo, por el contrario, se percibió un sentimiento de revitalización de sociedad y de la Iglesia en particular, y esto es algo que no se debe dejar de lado, puesto que la visita del Vicario de Cristo anima y exhorta a salir de su zona de confort, a querer mejorar y trabajar en pro de la construcción del otro.

No dejarse robar la alegría ni la esperanza fueron unas palabras que sentaron eco en los jóvenes y no solo en ellos, sino en todas las personas y es que dichas palabras fueron luz para el momento en el que se pronunciaron, pero también, lo son para la actualidad. Aunque la sociedad está permeada de momentos poco agradables, cada uno está llamado a hacer una contra propuesta, a dar un cambio en 180º con el fin de buscar el bienestar propio, de poder construirse como persona y de querer formar lazos que aporten a la vida de cada uno.

Con la presencia del Romano Pontífice se tiene en cuenta algo y es que este mensaje no es solo para los creyentes sino para todo el mundo, dejar de lado la violencia, la falta de caridad, la indiferencia y poder acercar nuestras acciones a las que Jesús planteó: Amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como así mismo.

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