Una vez más se ha vivido y conmemorado el derramamiento del Espíritu Santo en la Iglesia, reavivando el Pentecostés permanente que cada bautizado debe vivir. El 17 de febrero ha sido la fecha en la que carismáticos del mundo reconocen el nacimiento de la Renovación Católica Carismática en el mundo. También se hace memoria del retiro que se vivió en Pittsburg hace 56 años que es considerado como el inicio de esta Corriente de Gracia, ha sido una celebración a nivel mundial en donde los grupos, comunidades y centros carismáticos claman al buen Dios por vivir un nuevo bautismo.
El Espíritu Santo ha estado en todos los momentos de la Iglesia, este ha sido el que la guía y la acompaña, con el Concilio Vaticano II se ha visto la grandeza de Dios para su Pueblo, se tomó una actitud enfocada a la escucha y atención de la tercera persona de la trinidad. Fruto de esto fue el interés de muchos por conocer al Espíritu Santo y es hacia febrero de 1967 que un grupo de jóvenes vivió lo que se conoce hoy como el Seminario de Vida en el Espíritu que se puede equiparar al retiro de iniciación dentro de esta bendita Corriente de Gracia. Es importante aclarar que el bautismo en el Espíritu, que resulta un término novedoso, refiere a la actualización de las gracias que han sido recibidas en los sacramentos de iniciación.
La RCC de Colombia no se ha quedado atrás en tan gran celebración y se ha reunido de manera presencial en todas las parroquias, comunidades y grupos de oración de cada Iglesia Particular para festejar esta fecha tan importante, desde el Consejo Nacional de la RCC y con la asistencia del P. Javier Riveros se ha dado este encuentro en la ciudad de Bogotá, en la Capilla de Nuestra Señora del Pilar. Se celebró la misa presidida por el asesor nacional en medio de danza, alabanza y oración ferviente. Luego se ha contado con la presencia de uno de los pioneros de la Renovación Carismática Católica de Colombia, el P. Diego Jaramillo Cuartas CJM quien narró la manera en la cual la RCC llegó a Colombia, ha sido un momento muy fructífero ya que recordar las raíces de esta bendita corriente de Gracia ha inspirado a los oyentes a estar más cerca del Señor. P. Diego ha sido claro con su llamado, a la constancia de la renovación dentro del Espíritu, a masificar los seminarios de Vida y a impulsar el compromiso de los que se identifican como carismáticos.
Finalmente se tuvo un momento de oración avivado por el P. Javier Riveros y se ha clamado de nuevo para poder recibir el bautismo en el Espíritu Santo, ha sido una velada grandiosa y confiados en que el Señor ha escuchado la plegaria de su Pueblo.
