Compartir Navegación de entradas AnteriorMateo 5, 33-37: El gran valor de la verdadSiguienteMateo 5, 38-42: No devolver violencia, sino transformar al agresor. Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente. El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página. Entradas relacionadasRead moreOremos con el Padre Javier Riveros / ...Read moreAsamblea Carismática: Asumamos nuestr...Read more«La Paz les dejo y llévenla por el mu...Read moreEn tus manos Señor